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Por Arturo Fernández Ramírez
Las cadidaturas independientes

Resulta innegable que el sistema político de partidos ha sido rebasado por la sociedad, ya que aún cuando la Constitución Federal establece que los partidos políticos son entidades de interés público y que tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, la realidad es que cada día son más los candidatos que los utilizan como un mero requisito para participar en una contienda electoral.
Desde hace tiempo se han venido impulsando las candidaturas independientes, es decir, aquellas que no requieran de la validación de un partido político.
Los argumentos para negar el registro de candidatos que no sean postulados por un partido político, van en el sentido de evitar que únicamente personas con poder económico busquen cargos de elección popular, lo que puede traer muchos riesgos al tener un desconocimiento de los candidatos, puesto que en todo caso los partidos políticos se constituyen en un filtro importante, ya que procuran postular a quien le resulte rentable y si ven riesgo de que en plena campaña pudiera ventilarse una situación cuestionable de un candidato, prefieren no postularlo.
En cambio, al no ser los partidos la vía para registrarse como candidato, se corre el riesgo de que personas quizá con no buenos antecedentes aspiren a ocupar cargos de elección popular.
Aunque debemos reconocer que los partidos en las condiciones actuales no son garantía total de que no se postulen personas de dudosos antecedentes.
Independientemente de lo anterior y tomando como punto de partida que la partidocracia no responde ya a las demandas sociales, que los ciudadanos no se sienten representados por los partidos políticos y que se cuestiona mucho si en realidad vivimos un auténtico estado democrático, la salida más viable que pueda oxigenar este sistema en crisis, son las candidaturas independientes.
Todo hace indicar que la sociedad está empujando hacia dichas candidaturas como una válvula de escape a toda la inconformidad que se tiene en contra de los partidos políticos.
En el poder legislativo se han frenado las reformas políticas en este sentido.
Justo en esta semana en las Comisiones Legislativas de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados se aprobaron las candidaturas independientes.
Aunque lo anterior es un buen auguro para que en poco tiempo puedan ser permitidas las candidaturas fuera de partidos políticos, lo cierto es que habrá que esperar la aprobación del pleno de las dos cámaras y en general del Poder Constituyente Permanente para que dichas reformas sean elevadas a rango constitucional. Sigamos con atención el proceso legislativo de esta reforma política. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com