jueves, 19 de julio de 2012

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
¿Hubo o no hubo compra de votos en la elección pasada?

a respuesta es simple pero categórica y contundente: SI.
En efecto, de acuerdo a todas las evidencias que se han logrado recabar en estas semanas posteriores a la elección del pasado 1º de julio, puede afirmarse sin temor a equivocarse que sí hubo una abierta y descarada compra de votos a favor principalmente de los candidatos del PRI.
Ante este panorama es indudable que la postura de Andrés Manuel López Obrador no solo es la correcta sino la que México necesita para no dejar pasar las cosas así nomás como si nada.
Ciertamente muchos quisieran que López Obrador reconociera sin mayores cortapisas a Peña Nieto como Presidente Electo, pero creo que este reconocimiento equivaldría a ignorar todas las irregularidades e ilegalidades que se vivieron antes y durante la jornada electoral.
Se habla de que fueron alrededor de 5 millones los votos que se compraron, los cuales marcaron la diferencia a favor de Peña Nieto.
Las formas que se emplearon fueron las siguientes:
1) Hubo desvío de presupuesto público de gobiernos estatales y municipales.
2) Condonación de impuestos como el predial o la tenencia vehicular.
3) Inyección de recursos a la campaña del PRI en Zacatecas por parte de dos grupos financieros extranjeros llamados Global Capital Group y Global Net Services.
4) Presunta compra del voto vía la entrega de tarjetas de beneficios para canjearse en las tiendas de autoservicio Soriana, o también, con crédito para hacer llamadas telefónicas. Sólo en el Estado de México hubo 1 millón 800 mil tarjetas. Había puñados de tarjetas que iban desde los 100 hasta los mil 750 pesos.
5) También implica tarjetas, pero con presuntos depósitos en efectivo hechos a través del Grupo Financiero Monex.
Todo lo anterior demuestra lo que se considera la más escandalosa compra de votos en la historia del país.
¿Se puede hablar así de una verdadera democracia? Por supuesto que no. Una elección amañada en la que se haya explotado el hambre del pueblo no puede considerarse democrática.   Ahora bien, la lucha que ha emprendido López Obrador ha sido por la vía legal e institucional. Así como lo hizo hace 6 años cuando también se gestó un vergonzoso fraude electoral. No cabe duda que los tiempos no cambian, seguimos viviendo la misma manipulación de la voluntad popular que durante siempre hemos padecido. Lo único que si acaso cambian son las formas y los métodos, antes eran rudimentarios (robo de urnas) pero ahora son sofisticados (desde los mismos software está la manipulación, la compra de votos se garantiza con tarjetas y mecanismos electrónicos).
Y también en el fondo la falta de madurez política sigue siendo un factor determinante para que las prácticas antidemocráticas se impongan manipulando la voluntad popular.
Aún cuando se ha demandado la nulidad de las elecciones presidenciales, podemos anticipar que el Tribunal Electoral no las anulará.
Con todo y eso, debemos apoyar la lucha de Andrés Manuel López Obrador porque no solo es válida sino también necesaria para que México pueda lograr una madurez política que impida que la antidemocracia siga siendo el pan de cada día. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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