jueves, 14 de febrero de 2013


ANESTESIA  Emocional
Por el psicólogo Arturo Fregoso Flores

¡Acérquese! Aquí andamos otra vez en este espacio que es alimento para el ánimo del escritor.

Hoy con el favor de su atención les traigo algo sobre el tema "ASERTIVIDAD".
¿Asertividad?
Usted podría estar pensando en este momento… ¡y eso para que me puede servir!
Entérese a continuación:
El comportamiento asertivo (o asertividad) está compuesto por una serie de habilidades que se muestran en la comunicación con los demás. Este repertorio hace que una persona sea capaz de expresar sus opiniones y sentimientos claramente y con respeto. Digamos que el respeto es la base de la asertividad: respeto por los demás y también por uno mismo. Un respeto necesario, ya que la asertividad es el saludable punto de equilibrio entre el comportamiento agresivo, propio de quienes imponen sus ideas por la fuerza, y el comportamiento pasivo, que manifiestan las personas que tienen miedo de no complacer a otras.
Suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un comportamiento. Es, también, una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.
Cuanto más asertiva sea una persona, más libre es en sus relaciones con los demás: libre para expresar sus opiniones, para defender sus derechos, para negarse a peticiones abusivas, para hacer valer sus decisiones… Y esta libertad es lograda sin herir, intimidar, manipular o despreciar a los demás.
El comportamiento asertivo es una manifestación visible de inteligencia emocional.
Recordemos que la inteligencia emocional, según Goleman, se desarrolla "escalando niveles":
1. Conocimiento de sí mismo: Identificación correcta de sentimientos, emociones, ideas…
2. Autocontrol: Gestión de emociones, sentimientos y pensamientos.
3. Automotivación: Regular la propia conducta en un sentido o en otro.
4. Reconocimiento en otros: La capacidad de captar lo que piensan y sienten otras personas.
5. Habilidades sociales: Repertorio de técnicas o tácticas útiles para la comunicación y para establecer relaciones saludables.
La asertividad estaría, pues, en el último nivel e incluiría habilidades como las siguientes:
" Saber escuchar.
" Saber expresar sentimientos positivos y negativos.
" Saber decir que no.
" Saber pedir lo que se necesita.
" (Etc.)
Cuando las personas poseen una pobre asertividad, es recomendable comenzar a practicar en situaciones fáciles. Por ejemplo: Diciendo que no a una petición simple que no nos apetece atender:
-Préstame tu coche.
- No, lo siento. No suelo prestarle el coche a nadie.
Cuanto más soltura se vaya adquiriendo, mejor se podrán afrontar situaciones más complicadas, y más ricas y constructivas se irán haciendo las relaciones personales.
Agradezco el favor de su atención y sigo recibiendo sus opiniones en mi correo electrónico arturo_fregoso@hotmail.com.
Recuerden algo… Si la única herramienta que tienen es un martillo, piensen que cada problema que surge es un clavo. ¡Atrévanse a soñar!, confíen en ustedes y ¡hagan que las cosas sucedan!

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