Por Arturo Fernández Ramírez
trabajadores de Pemex
De acuerdo a lo que tienen planeado el PAN y el PRI, la Reforma Energética será aprobada en definitiva en este año que por cierto está ya por terminar.
El arreglo cupular entre ambos partidos políticos permitirá que con la suma de sus respectivos legisladores, tengan garantizada la mayoría suficiente para tales fines y por ello auguran que en este mismo año saldrá avante dicha reforma "estructural".
Y como si el viento soplara a favor de esa dupla y en contra del pueblo de México, uno de los principales líderes nacionales que ha venido librando una fuerte lucha en contra de esa Reforma Energética, se ha enfermado del corazón.
Claro que nos estamos refiriendo a Andrés Manuel López Obrador, quien justo en estos momentos tan cruciales, sufrió un padecimiento del corazón que desde luego lo mandó al hospital al grado de haber sido intervenido quirúrgicamente.
Esta situación desde luego que está siendo ampliamente aprovechada por el PAN y el PRI para enfrentar una menor resistencia en la Reforma Energética.
Y uno de los diferentes aspectos torales de dicha Reforma fue el haber quitado toda representación de los órganos directivos de PEMEX.
Si vemos esta decisión desde el enfoque panista de quitar el poder que actualmente ejerce el Sindicato de PEMEX, creo que es una decisión totalmente equivocada.
En efecto, no se debe aprovechar el desprestigio que se ha ganado a pulso el actual líder del Sindicato de PEMEX Carlos Romero Deschamps, para quitar toda representación de los trabajadores en dicha paraestatal.
El PAN como instituto político emanado de la clase empresarial, por supuesto que está en contra del sindicalismo, por lo que para apoyar al PRI en la Reforma Energética, puso, entre otras condiciones, eliminar del consejo directivo de PEMEX la representación que tradicionalmente han tenido los trabajadores a través de su sindicato.
Insisto, si esta decisión de quitar la representación de la clase trabajadora se hace bajo el argumento de que con eso se le restará poder a su líder sindical, están equivodados.
Si en realidad el PAN y el PRI quieren limpiar el Sindicato de PEMEX por los grandes escándalos de corrupción que ha representado, no necesitan ni deben afectar los trabajadores que nada tienen que ver en esos actos de saqueo y corrupción.
Y la mejor muestra es la ex líder del SNTE Elba Esther Gordillo, quien simplemente fue destituida y encarcelada sin mayores cortapisas que la decisión de Peña Nieto.
Lo mismo se puede hacer con el líder del Sindicato de PEMEX, basta solo tener voluntad política para hacerlo.
Por eso no se justifica en nada el que aprovechándose del desprestigio que ha acarreado Romero Deschamps al Sindicato de PEMEX, ahora PAN y PRI se aprovechen de esa circunstancia para avanzar aviesamente en su Reforma Energética dejando en el camino ya no solo al pueblo de México sino también a los propios trabajadores de la paraestatal. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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