jueves, 3 de abril de 2014

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
Sigue creciendo la inseguridad pública
No se puede ocultar la realidad, no se pueden maquillar las cifras, no se puede negar que la inseguridad crece día con día.
Pareciera que todos los esfuerzos que en torno a la seguridad se han hecho han sido en vano hasta el momento, ya que el estado de zozobra en que vivimos los ciudadanos continúa en aumento.
Podríamos decir que las políticas públicas emprendidas por los diferentes niveles de gobierno simplemente no han dado los resultados que la sociedad espera y necesita.
Pareciera que nos estamos acostumbrando a vivir con la nota roja que día con día cubre los principales espacios de los diversos medios de comunicación.
Pero a lo que definitivamente jamás nos podremos acostumbrar es a ser víctimas de la inseguridad, es decir, a sufrir de manera directa las consecuencias de la delincuencia.
Y es que cada día nos enteramos de un mayor número de personas que sufren algún acto ilícito, bien son lesionados para ser objeto de robo o bien, salen de sus domicilios y cuando regresan se encuentran con la novedad de que sus cosas fueron sustraídas por los amantes de lo ajeno.
Lo peor es que muchos de esos atracos se cometen en pleno día, ya ni siquiera esperan a ocultarse en la oscuridad de la noche, sino que a veces por la mañana o a veces a medio día, pero muchas familias han sufrido robos en sus domicilios.
Por eso, aunque nos podamos acostumbrar o a ver "normal" que a diario se cometan actos ilícitos hacia otras personas, a lo que no nos acostumbraremos es a sufrir en carne propia esos delitos.
De ahí la importante de tomar verdadera conciencia en el sentido de que debemos actuar, no podemos seguir con una actitud apática y pasiva porque tarde o temprano, aunque más temprano que tarde, todos seremos víctimas de la inseguridad.
Es necesario que como sociedad demostremos que tenemos la capacidad de organizarnos y ser nosotros mismos los que frenemos todos los actos que constituyen la inseguridad que padecemos.
Es necesario que todos seamos partícipes en la reconstrucción del tejido social que durante décadas hemos dejado que avance en su descomposición a grados insospechables.
Si seguimos esperando pasivos a que la autoridad haga todo, a que resuelva nuestros problemas sociales, esto va avanzar y los únicos afectados vamos a ser cada uno de nosotros.
No esperemos a que esto suceda, mejor rompamos con la apatía que a muchos nos caracteriza y mostremos un verdadero interés en coadyuvar en la solución de los grandes problemas que aquejan a nuestra población. La inseguridad es tan solo uno de ellos, pero por algo debemos empezar. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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