Por Arturo Fernández Ramírez
Siempre ha sido un secreto a voces que si bien PEMEX es la paraestatal que cuando menos en las últimas cuatro décadas ha sostenido la economía nacional al representar el 40% del PIB, también lo es que a nivel nacional ha representado una de las principales fuentes de corrupción.
Es decir, resulta totalmente paradójico que siendo PEMEX una de las principales fuentes de corrupción a nivel nacional, sea también la principal fuente de nuestra riqueza nacional.
¿Qué sería de México si en lugar de haber privatizado a PEMEX se le hubieran invertido más recursos públicos para modernizarla, pero sobre todo, se hubieran emprendido acciones reales y efectivas para combatir la corrupción que ha permeado toda la estructura de esta gran paraestatal?
Podríamos asegurar que aunque no hubiera recursos para invertir, con el simple hecho de frenar tanto saqueo, robo y desmantelamiento de PEMEX, hubiera sido suficiente para fortalecer a esta empresa que, insisto, ha sido el sostén de nuestra economía nacional en las últimas décadas.
Pero no, los Senadores y Diputados del PRI, PAN, PVEM y PANAL, decidieron que todos los mexicanos debíamos pagar esos robos y saqueos que se han hecho a PEMEX, en lugar de exigir e iniciar las acciones legales en contra de los delincuentes de cuello blanco que durante décadas han perpetrado estos delitos.
Es así como, al igual que en el Fobaproa, ahora se ha endilgado como deuda pública la cantidad de un billón 153 mil millones 301 mil pesos, que es lo que conforman el pasivo laboral de Pemex, más cerca de 500 mil millones de pesos de la CFE.
Dichas cantidades representan aproximadamente 12 puntos del Producto Interno Bruto de México.
Resulta inexplicable cómo una empresa que sostiene la economía nacional tenga pasivos. Y más indignante la cantidad de la que estamos hablando. Ni idea tenemos lo que en realidad representa esa deuda.
Simplemente estamos frente a un nuevo Fobaproa, en donde después de que ya no es posible seguir cubriendo tanta corruptela y saqueo, se aprueba que sea el pueblo quien pague los platos rotos.
Es más que obvio que al asumir los pasivos de PEMEX y CFE, todos vamos a resentir esa deuda, ya que gran parte del presupuesto se destinará a pagar lo que otros se llevaron a sus bolsillos.
¿Cuántas campañas priístas fueron financiadas de los recursos del IMSS, de PEMEX y de muchos otros organismos públicos descentralizados?
Los saqueadores tienen nombre y apellido, pero también son los protegidos del mismo sistema porque son los que han financiado campañas y muchos actos de corrupción en complicidad con altos gobernantes.
Entonces, no es la primera vez que sucede, no es la primera vez que impera la impunidad frente a vergonzosos actos de corrupción, pero aun así me pregunto ¿los mexicanos seguiremos teniendo una actitud pasiva viendo como siguen desmantelando a nuestra Nación? O lo que es peor ¿seguirán votando por los partidos que de nueva cuenta se han unido para perpetrar otros de los más gigantes saqueos a México? Usted tiene la palabra estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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