Por Arturo Fernàndez Ramìrez
Considerada como una celebración ancestral, prehispánica, propia de México, que ni siquiera la cultura de España que nos fue impuesta durante 300 años de conquista pudo borrar, la fiesta en honor a nuestros muertos sigue firme y es hoy por hoy quizá la de más antigüedad de nuestras tradiciones.
Así quedó confirmado una vez más el pasado 02 de noviembre cuando se puso de manifiesto la veneración a quienes ya partieron de este mundo terrenal. Los panteones estuvieron copiosamente visitados.
Pero más que una visita al panteón, el Día de Muertos encierra toda una serie de rituales que hacen de esta celebración una verdadera fiesta en la que se conjuga lo religioso, lo solemne y lo humorístico.
Lo altares de muertos representan toda una solemnidad con que se venera a quien se dedica dicho altar, la visita al cementerio envuelven la religiosidad de esta celebración, mientras que las "calaveras" denotan el humor con que el ser humano aborda la muerte a través de estos versos que van dirigidos a personajes públicos.
A nivel nacional Michoacán es uno de los principales estados que con más entusiasmo celebran esta fiesta. En el caso de Jalisco también se ha tratado de conservar esta tradición, destacando algunos municipios.
Mientras que en el caso concreto de Sayula, poco a poco ha ido creciendo esta celebración que hace algunas décadas estuvo a punto de desaparecer.
En efecto, fue a partir de los 90's cuando la sociedad organizada inició el rescate de los rituales del Día de Muertos, en especial el de los altares de muertos.
Y así poco a poco se fueron involucrando las autoridades civiles, las educativas y la población en general al grado de contar hoy en día con una significativa participación en estas fiestas.
De hecho, por primera ocasión el Ayuntamiento llevó a cabo un festival que incluyó no solo el concurso de altares de muertos como se venía haciendo durante los últimos años, sino que se organizaron durante varios días toda una serie de eventos culturales, recreativos y artísticos que enmarcaron el Día de Muertos.
La respuesta de la población no se hizo esperar y todos los eventos contaron con la participación de los diversos sectores de la población.
Es por ello que se afirma que todo hace indicar que el Día de Muertos es una fiesta que se arraiga cada día más. Por el bien de nuestra cultura, espero que no solo se consolide sino que crezca todavía más, extinguiendo así festejos extranjeros que nada tienen que ver con nuestra cultura ni con nuestras tradiciones. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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