Por Arturo Fernández Ramírez
Es innegable que la inseguridad pública sigue creciendo y contrario a lo que las cifras oficiales puedan arrojar, la realidad es que la sociedad percibe que sigue sin control el tema de la seguridad.
Desde hace algunos años a nivel federal se pensó que agrupar a todas las corporaciones policiacas de los estados en una sola, sería una buena solución, es decir, se le ha pretendido apostar a lo que se llama el Mando Único.
Sin embargo, hasta la fecha no ha sido posible materializar este proyecto, aunque existe una iniciativa de reforma policial en materia de Mando Único en el Senado que, de acuerdo a lo que ha trascendido, será una de las prioridades en el próximo periodo de sesiones.
Muchos bemoles son los que tiene el Mando Único, tal y como lo hemos precisado, ya que por un lado se considera como una acción retrógrada que daña el federalismo y fortalece más el centralismo al pretender quitar esta facultad de las entidades federativas y de los municipios como entes de gobiernos más cercanos a la ciudadanía. Y por otro lado, se cree que el Mando Único es la única forma de evitar que la delincuencia organizada siga filtrando los cuerpos policiacos que normalmente por falta de recursos y capacitación muestran debilidad y vulnerabilidad, como sucede en muchos municipios y estados.
Sin embargo, en el caso de Jalisco podemos tener una idea más clara sobre este modelo policiaco porque al inicio de esta administración estatal sí se logró imponer. Entonces los resultados nos puede clarificar el panorama para visualizar si un esquema similar a nivel nacional puede funcionar.
Y justo aquí es donde precisamente la sociedad percibe que el Mando Único del Estado de Jalisco como uno de los principales proyectos del gobernador actual, no ha dado los resultados esperados, además de que en realidad es un modelo un tanto híbrido porque los municipios, salvo algunos casos de excepción, continúan como responsables directos de la seguridad de su jurisdicción.
Es decir, a pesar de que se implementó el Mando Único en Jalisco, esto no ha sido motivo para que los municipios sigan teniendo la responsabilidad directa en la seguridad de sus ciudadanos, con el agregado de que aparte de que tienen que seguir cubriendo los costos de su cuerpo policiaco, también aportan para el sostenimiento de este Mando Único, ya que como recordaremos, cada municipio envió a determinado número de policías (en el caso de Sayula fueron 7) a integrarse ese cuerpo único estatal pero se les tiene que seguir cubriendo su salario que estaban percibiendo. La diferencia del salario la cubre el estado.
Pero el caso es que el municipio hace una aportación para el sostenimiento de ese Mando Único, el cual en realidad ha pretendido cumplir una función de refuerzo, es decir, en determinados casos apoya ciertas acciones del municipio, tal y como lo hacía la anterior policía estatal o rural.
Y si a lo anterior le agregamos lo que ya comentamos al inicio: el crecimiento de la inseguridad, entonces podemos afirmar que el Mando Único no ha sido la solución en Jalisco, por lo que no existen garantías o visos en contrario para que a nivel nacional sí pueda arrojar resultados diferentes a los que aquí en Jalisco estamos viendo. La sociedad reclama y con justa razón seguridad y tranquilidad. Y el Mando Único ha demostrado que no es la solución. Deben buscarse otras alternativas. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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