Semanario Horizontes

Meditemos, cuando negocio está sobre las tradiciones

               Por Federico González Alfaro

No es un tema nuevo, cada año leo y escucho los mismos lamentos.
El afán de lucro está acabando con las tradiciones. Una tormenta de palabras huecas, de abrazos falsos, sonrisas fingidas y sobre todo…. gastos y más gastos.
Es ridículo ver los desfiles "navideños" con íconos que no les pertenecen, ¿Santa Claus en Sayula?  Es un verdadero insulto a las tradiciones, un insulto sin ingenio, una copia barata y de mal hecha de iconos totalmente comerciales y a la vez ridículos.
La frontera entre la ignorancia y el mal gusto es bastante tenue. Máxime cuando se emplea con fines totalmente comerciales. No tiene la culpa el tonto, si no el que se lo hizo compadre.
Tanta música, tanto ruido, tanta pantomima en vano.
 A pesar de tanto estruendo y de tan poco sosiego, estos paladines de la "Navidad", carecen del más mínimo respeto a una de las festividades más importantes para los cristianos. Han convertido un evento religioso en un evento pagano, comercial y de mal gusto.
¿Sera ignorancia? ¿Sera oportunismo? ¿Sera cinismo? Son la ignorancia, el oportunismo y el cinismo juntos. Ahora, que si pretenden "entregar" algo de sus "utilidades", a los "niños pobres", la forma como lo hacen,  es una GRAVISIMA FALTA DE RESPETO A TODOS, NO SOLO A LOS MISMOS NIÑOS.
Andan muy mal en el oficio de "Meapilas" (Beatos).
Estos juegos, nada ingeniosos, se están convirtiendo tristemente en una rutina normal. A paso del tiempo, se hará costumbre y la costumbre en vicio. La Navidad, en algunos casos, ya se traspaso el umbral, ya es un pretexto para toda clase de excesos.
Pueden argumentar que están ejerciendo su legítima libertad de hacer el ridículo. Muy bien, háganlo, pero no en contra de los valores de los cristianos. Aún y para los que no profesan cualquier versión del cristianismo, su publicidad es banal, hueca, de mal gusto.
Pero, si ese es su deseo, sigan adelante, acaben con su "propia" religión y con una de sus celebraciones más importantes. Pero, si eso les da dinero, pues adelante, su gusto es y quien se los quitará.