sábado, 2 de julio de 2016

                    Las consecuencias del anhelado progreso
Por Rodrigo Carrión Grajeda

Cual sombra inseparable de lo que se encuentra bajo el sol, se mueva o no se mueva, así mismo son las consecuencias buenas o malas que nos persiguen principalmente cuando los pueblos progresan económicamente trayendo la mayoría de las veces  más desgracias que bienestar. Lo digo porque antes que nuestra delegación municipal de Usmajac careciera de trabajo suficiente como el día de hoy lo tenemos gracias a Dios y a las diferentes empresas agrícolas asentadas en este lugar, la vida de los usmajenses  caminaba de otra manera principalmente dentro del seno familiar donde la unidad entre sus miembros era más sólida y fraternal. Desafortunadamente después de que el dinero llego y sobra donde trabajar para hombres y mujeres por igual, todo lo descompuso de tal manera que son contadas las familias que sobreviven a este tipo de deslumbramiento y se conservan firmes en sus convicciones y valores cristianos.
La verdad que da tristeza lo que actualmente miramos los fines de semana en esta delegación  convertida en una verdadera cantina por todos los rumbos barrios y colonias donde las caguamas rifan de mano en mano, que ni la propia parroquia del lugar se escapa pues el portal que la rodea lo han convertido el lugar de reunión para tomar alcohol de preferencia los jóvenes hombres y mujeres poniendo en entre dicho la autoridad de su guía espiritual (sacerdote) quien al parecer ya interpuso su queja ante la autoridad municipal que preside su presidente ingeniero Jorge Campos y no han hecho nado al respecto por remediar tal situación de vicio y desorden. Mejor se han dedicado a multar incautos motociclistas que no porten el casco o el dichoso chaleco reflejante llegando a los excesos de meter a la cárcel a quien se ponga rijoso al ser multado la mayoría de las veces injustamente. Lo malo que no son parejos pues en la cabecera municipal Sayula miramos motociclistas sin placas ni cascos campantes y ni quien les diga nada.
Volviendo al asunto que hoy nos ocupa, retomemos pues el hilo del dichoso y repentino progreso económico que nuestra delegación  ha experimentado de un día para otro que no ha sabido nuestra gente valorar lo que Dios  ha puesto en sus manos despilfarrando en vicios un dinero que el día de mañana les hará falta a su familia principalmente para su estudio pues las escuelas públicas  ya no regalaran los libros de texto. Por lo tanto tenemos que tomar en cuenta que todos los productos del campo sufren cambios dentro de las preferencias y costos según la oferta y la demanda en los mercados como en este caso las frambuesas, arándanos, él aguacate y otro tipo de productos agrícolas  que tienen buen mercado hoy día, mañana pudiera ser que no, dejando de pagar bien las empresas a sus trabajadores y volver a la triste realidad de pobreza todo por no saber cuidar en fruto de su trabajo.  Aparte de todo lo anterior gran culpa de los males que Usmajac padece sobre alcoholismo juvenil la tiene las autoridades municipales quien tiene en sus manos regular la venta indiscriminada de alcohol y cerveza pues la mayoría de tiendas de abarrotes venden este tipo de productos sin control alguno no importa si eres hombre o mujer.
 De ante mano sé que no es posible un mundo diferente como el que dejamos años atrás, pues en este nuevo siglo que vivimos la devaluación no solo le llego a nuestra querida moneda, la devaluación putrefacta esta principalmente en el mismo hombre y mas cuando toma un cargo público y carece de algo que todo gobernante debe tener: temor a Dios.    
             

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