En Sayula se demostró que cuando se requiere, la ciudadanía puede organizarse para protestar por sus derechos conculcados como es el caso del aumento perverso del costo de las gasolinas que no es otra cosa que un impuesto grosero al ya de por si pobrísimo pueblo de México. Así, cientos de ciudadanos a la convocatoria de reunirse para protestar por tal ultraje a su economía, se reunió en manifestación el pasado 2 de enero, partiendo una marcha que se originó frente al templo de San Sebastián a las cinco de la tarde, marcha que se dirigió a tres puntos fundamentales, las estaciones de gasolina de la calle Avila Camacho esquina Venustiano Carranza, la de Juàrez esquina Constitución y frente a la oficina de la Recaudadora del Estado, por la calle Ramón Corona, misma que, por cierto, fue "Clausurada" simbólicamente por los manifestantes. Ya desde el día primero de enero, habían empezado a manifestarse en una de las estaciones de gasolina (Juárez), que avizoraba ya lo que acontecería al otro día como tal sucedió. El nuevo precio de las gasolinas, de verdad que enardeció a la ciudadanía, no sólo por el costo en sí del combustible, sino, además por la cascada de aumentos que desencadenará dicho aumento en todos los productos y servicios que vendrá a deteriorar la economía de todas las familias, como bien lo expresaron los diferentes oradores que hicieron uso de la palabra durante la manifestación realizada el pasado lunes. Aún más, se esperan nuevas movilizaciones para los próximos días si es que no hay marcha atrás en los nuevos precios de los combustibles, según anunciaron los convocantes a esta marcha.
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