miércoles, 16 de agosto de 2017

San Bartolomé de la Torre en Huelva y Sayula, Jalisco, unidas por un mismo Santo y una misma torre

 
            Por Federico González Alfaro

San Bartolomé de la Torre en Huelva, le debe su nombre a una vieja torre que hoy en día solo queda su base, dedicado a la advocación de San Bartolomé. El tiempo paso, y otro Santo ocupo el lugar de San Bartolomé: San Sebastián.

En Huelva, al igual que en Sayula, la festividad en honor a San Sebastián se celebra el 20 de enero. En San Bartolomé, destaca la originalidad y la diversión para una buena parte la población, es una verdadera festividad como su nombre lo indica. Algo, que no a todos agrada, sobre todo a los muy religiosos.
En Huelva,  comienza con la tradicional "Diana", recorriendo el pueblo con una interesante carrera entre la mula castaña y el borrico Jeremías. Después de tan singular carrera equina, comienza la procesión de San Sebastián acompañado por una antiquísima Danza conocida como la danza de las espadas. Al final de la tarde se celebra la subasta de los ramos y el sorteo del potro.
La Romería de San Sebastián en Huelva, es muy alegre. La idea central fue muy sencilla y a la vez con un profundo significado, la AMISTAD. Jóvenes y viejos, conviven disfrutando el Mosto (jugo de uva destinado para la fabricación del vino), preparado por los jóvenes para los ya no tan jóvenes. En Sayula se podría sustituir por el tradicional ponche de granada (solo una idea).
Las coincidencias no existen, el  Sr. Cura Jaramillo, tenía respetables conocimientos de las festividades de San Sebastián en España.   Prueba de ello, fue el encargo que hizo al Arq. Pedro Castellanos, para la edificación de un templo, en 1954 con notables semejanzas arquitectónicas al San Bartolomé de la Torre en Huelva. Ambos, dedicados al culto del mismo santo.
En Sayula, la festividad a San Sebastián, es un verdadero ejemplo del sincretismo religioso mexicano. El fuego, para las culturas prehispánicas era un importante elemento. En cada celebración religiosa de importancia, el fuego estaba presente. Muchos mitos se desprenden alrededor del fuego, desde la despedida a su dios Quetzalcóatl, ya que según su tradición, su retorno coincidiría en la aparición de bolas de fuego que iluminarían el cielo nocturno. También, el encendido del "fuego nuevo", lo relacionaba al trayecto del su dios Texcantipoca.  Así que en la Sayula colonial, el uso del fuego, se mezclo con danzas ceremoniales de los naturales de estas tierras, haciendo una verdadera revoltura de tradiciones y de cultos religiosos que perduran hasta la actualidad.
De España, vino la rueda pirotécnica o ruedas de fuego, llamada en estas tierras Castillo, ¿Por qué?  quizá por su altura, quizá por su diseño, lo importante es que el término llego en México para quedarse.
Así que cuando pasen por el templo de San Sebastián, acuérdense de su hermano en Huelva.

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