martes, 15 de diciembre de 2020

 El arándano jalisciense toma mayores calibres

Dentro de las plantaciones de berries en el campo jalisciense, se destaca la tendencia de que se están incrementando los plantíos de arándanos con fruta de mayor calibre, lo que responde a una demanda del mercado, según lo comunica el coordinador de Capacitación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco), Alan Amador Serrano.

Hizo notar el funcionario estatal que lo anterior trae consigo el aumento de la producción de un producto de gran valor comercial, y que ha sido factor de empleo y arraigo en el medio rural.   

Además, con ello el agro jalisciense consolida su liderazgo nacional en la producción de la más cotizada de las berries, según lo expresó el extensionista de la SADER Jalisco, Sergio Francisco Rubio Novoa, quien refirió que entre los factores que ponen a la entidad como puntera en este producto, se destaca los plantíos que se tienen en hidroponía.

Por cierto, cifras oficiales revelaron que al cierre de 2019, el campo jalisciense tuvo una cosecha de dos mil 300 hectáreas de arándano que tuvieron un valor comercial de mil 118 millones de pesos, según señala el Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera de la federación.

Trajo a colación que hay dos ventanas para la producción y exportación del arándano, un producto en el que la fruta mexicana ha sido muy competitiva por su calidad, además de que se incrementan las plantaciones de fruta de mayor tamaño.

Resaltó que tales frutas, llamadas también calibre jumbo, que se han plantado en varias regiones de la entidad, como en municipios de la Región Valles (Amatitán, Ahualulco, Ameca y Tala), como también ocurre en la Región Sur (Ciudad Guzmán) y en la nueva zona de cultivo en Totatiche en la Zona Norte.   

Entre las variedades de calibre grande, se encuentran las llamadas Atlas, Bianca, Madeira, Maldiva y Ventura.

El extensionista dijo que se ha tenido una grata sorpresa en el ritmo expansivo del arándano a lo largo y ancho de la geografía jalisciense, como se manifiesta también con plantaciones en la Región Ciénega (Ocotlán, La Barca y Poncitlán) y en el Centro (Ixtlahuacán de los Membrillos).

Otro punto que ha impulsado el crecimiento del arándano y de otros frutos rojos, es el cambio de mentalidad de los productores y su vinculación con las empresas comercializadoras, lo que ha traído una visión empresarial de parte de los productores primarios.

También puso de manifiesto que la aportación del trabajo de las mujeres ha sido determinante en la recolección y empacado del arándano: “La mujer, al tener una mano más delicada, tiene mayor toque, mayor calidad a la hora de cosechar. La verdad, ya ves, nosotros somos más descuidados, esta fruta si pasa. Las mujeres son muy técnicas, se les comenta, se les capacita sobre cómo debe ser la calidad”.

Rubio trajo a colación que ante el riesgo de represalias comerciales de parte de Estados Unidos para proteger a sus productores de arándano de Georgia y Florida, se tiene en marcha una intensa labor de cabildeo de parte de las empresas comercializadoras del arándano jalisciense, lo que espera alcanzar buenos resultados.

EL DATO

Al cierre de 2019, el agro de Jalisco llegó a las ocho mil hectáreas de berries. Se prevé cerrar 2020 con nueve mil hectáreas, a reserva de cifras oficiales. 

Entre los municipios líderes en arándano figuran Zapotlán el Grande, Tuxpan, Zapotiltic. Este año es importante por la llegada del arándano a la Región Norte, concretamente a Totatiche y Colotlán.    

El arándano tiene dos ciclos de producción: el Primavera-Verano y el de Otoño-Invierno. Al primero se le llama la ventana temprana y al segundo la ventana tardía. En las regiones Sur y Valles se cultiva en la ventana tardía. En los Altos de Jalisco y municipios en el Sureste y Lagunas se cultiva para la ventana temprana.


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