Semanario Horizontes

 LA MANO DEL METATE

Por Hugo Rodríguez Vázquez

El PRI y sus principales bastiones corporativos se desmoronan

*CTM pierde votación en uno de los más grandes sindicatos del país; trabajadores de General Motors en Silao dicen no al sindicato cetemista.

Más de 40 funcionarios de diversas áreas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y representantes del sindicato, supervisaron el desarrollo de la consulta que finalizó el pasado miércoles

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informó que el proceso de votación para la legitimación del contrato colectivo de los empleados de la planta de General Motors (GM), en Silao, Guanajuato, culminó el miércoles a las 22:00 horas.

Tras una jornada continua de 34 horas, en la que participaron 5 mil 876 trabajadores ganó el no. El resultado del recuento de los votos fue: 2 mil 623 trabajadores por el sí, 3 mil 214 por el no y 39 nulos, con lo cual el contrato colectivo se da por terminado, informó la dependencia.

Por lo que la Confederación de Trabajadores de México (CTM) tendrá que dejar el cargo sindical en la planta de General Motors de Silao.

En un comunicado, la STPS aclaró que los trabajadores no perderán ningún derecho adquirido y conservarán las mismas prestaciones y condiciones laborales.

El 17 de agosto a las 12:00 horas inició el nuevo proceso de legitimación del Contrato Colectivo en General Motors Silao.

La consulta fue inusual ya que contó con la participación del Instituto Nacional Electoral y la Organización Internacional del Trabajo, esto luego que en abril de este año se tuvo que posponer una votación porque se destruyeron boletas.

Fue hasta las 22:00 horas del miércoles concluyó la votación de la consulta para la legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo, la STPS y un notario dieron fe de la conclusión del proceso.

A las 5:25 horas concluyó el conteo de votos y a las 6:56 horas se dio a conocer el resultado. Esta votación surgió luego de que el Gobierno de Estados Unidos pidiera formalmente a México que revisara una posible violación a los derechos laborales de los trabajadores de la citada planta, como parte de los acuerdos del T-MEC.

Gracias a este acuerdo, si México no cumple con las nuevas normas del tratado debe someterse a paneles de resolución de disputas, lo cual podría derivar en que se prohíba que el producto de una fábrica ingrese a Estados Unidos.

Este resultado, la derrota, una más de la poderosa CTM, sólo confirma el estado de decadencia política a la que ha llegado el otrora “partidazo”,  el PRI todo poderoso, partido de estado que lo fue por casi 80 años, cobijado siempre por el presidente de la república, navegando siempre bajo el paraguas protector de una estructura que luego se convirtió en toda una mafia y que como tal operaba en todo el país.

Su “paraguas” parecía abarcar todo lo imaginable en materia de poder, incluyendo a los otros supuestos poderes independientes, el judicial y el legislativo, todos, estaban sometidos al ejecutivo en turno sin más lazos que los que los unían en materia de corrupción y traición a la patria.

El PRI lo era todo, ponía y quitaba, desde secretarios de estado, gobernadores, senadores, diputados, hasta presidentes municipales. Siempre simulando una supuesta democracia que nunca fue tal. Sólo se simulaba. No pocos recuerdan cuando en Sayula se cambiaba de presidente municipal. Lo pueden contar los abuelos. Sólo se reunían el grupo del poder fáctico que gobernaba Sayula (los caciques del pueblo pues) y casi casi, se rifaban la silla municipal. Ahora te toca a ti, casi podríamos adivinar el proceso “democrático” con el cual se elegía al nuevo alcalde del municipio.

Así pues, y en el contexto de la nota que hoy nos ocupa, los sindicatos, las centrales obreras, campesinas, comerciantes y organizaciones, estaban igualmente sujetas a un control corporativo manejado siempre por el presidente bajo una férrea cadena que rayaba en la sumisión o la muerte, como le aconteció a la “Quina”, poderoso líder del sindicato petrolero, quien pagó caro su intento de disidencia cuando apenas le guiñó un ojo a Cuauhtémoc Cárdenas, lo que aterrorizó y enojó a Salinas. Por suerte, soplan nuevos y refrescantes vientos de libertad y democracia pese a la rabiosa respuesta de las mafias neoliberales que no cejan de revolcarse como fieras heridas de muerte.