martes, 25 de enero de 2022

 EDITORIAL: No se ha comprendido la magnitud del problema de la pandemia

*Se relajan las medidas, aumentan los contagios *Ciudadanos y autoridades actúan con negligencia e irresponsabilidad


Se ha iniciado desde hace varias semanas la  llamada cuarta ola del Covid-19 ahora en su modalidad de Omicron y resulta más que evidente que ni los ciudadanos ni las autoridades parecen tomar en cuenta la verdadera gravedad que representa este virus que tantas muertes ha dejado ya en tan sólo dos años.

Adultos mayores principalmente, pero ahora sabemos que hasta personas muy jóvenes han resultado infectadas y han muerto por efectos del mortal virus, algo que al parecer sólo toman en cuenta los familiares de las víctimas que de esta forma han perdido a un ser querido y desmintiendo a aquellos que consideran que el virus es solamente una "gripa", no, para algunas esa gripa fue mortal.

Sobre esta nueva cepa de Coronavirus denominada Ómicron, se ha informado que es menos dañina para la salud en cuanto a mortalidad, pero que su transmisión es mucho más elevada, a grado tal que las cifras se están duplicando días tras día.

Para saber, el tiempo de incubación del nuevo virus es de entre 1 y 14 días, y el cuadro de síntomas son principalmente fiebre, tos, dolor muscular y de articulaciones, dolor de cabeza y garganta, así como congestión nasal.

Y si bien, la mortalidad es menor en esta cuarta ola, todos debemos ser conscientes de la cantidad de vidas que el COVID ha arrebatado a las familias sureñas, y como hemos venido repitiendo desde hace dos años, debemos mantener las medidas preventivas como sana distancia, uso de cubrebocas y la utilización constante de gel antibacterial.

En Sayula, visitamos el pasado sábado el tianguis y pudimos comprobar la evidente relajación en cuanto a las medidas sanitarias, es decir, no hay filtros en las entradas-salidas del inmueble, a ojo de buen cubero, la mitad al menos de los asistentes NO usaban cubre bocas, menos aún observaban la sana distancia adecuada.

Los comerciantes que vienen al tianguis provenientes de otras ciudades y municipios, son portadores potenciales del virus y al menos a ellos se les debería obligar el uso del cubre bocas cuando expenden sus productos en el tianguis, la pregunta es, ¿Quién vigila y se hace responsable del aglomeramiento de personas en el tianguis sabatino?

    El número de contagios que se padecen en estos días obedecen potencialmente y son directamente proporcionales a los excesos que se tuvieron durante las pasadas fiestas decembrinas, tanto entre las propias familias con sus reuniones en casa como las aglomeraciones que se permitieron con el tianguis navideño.

    Como un clamor general se señala: “Por favor, autoridades y ciudadanos en general, la gente se está infectando y peor aún, está MURIENDO, seamos responsables tanto con nuestra vida como con la vida de los demás que se pone en riesgo haciendo caso omiso a las medidas sanitarias incluso hasta con la más elemental: el uso del cubrebocas, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben asumir su responsabilidad frente a la sociedad y en vez de atender intereses personales o de grupos empresariales, tienen que enfocar sus esfuerzos en proteger la salud de sus gobernados”.

    Porque en estos difíciles años y en plena pandemia hemos visto muestras descaradas de voracidad en algunos sectores, sobre todo entre bares, antros y espectáculos como el de los jaripeos o eventos de lucha libre, que para nada son considerados de primera necesidad, quienes han estado anteponiendo sus intereses económicos a los de la ciudadanía.

    La gente está molesta por la incongruencia de medidas como el cancelar las fiestas patronales, (aquí en Sayula, la de San Sebastián y la Candelaria) en tanto y en grosero contraste, los negocios como cantinas y antros se llena a reventar sin ninguna restricción. El pasado Domingo comentan lectores a la redacción, un negocio de estos giros de cantina ubicado por la calle Venustiano Carranza, hasta música en vivo y local atestado tenía y eso que hay medidas restrictivas en plena pandemia.

Y ahora se sabe, ya no solamente cualquier cubre bocas sirve, los de tela y que la gente compra por baratos, se señala que NO sirven y NO protegen contra el Omicron.

    Como si esto fuera poco se viene ya la fiesta del Carnaval y aunque municipios como San Gabriel, Amacueca, Tamazula, Gómez Farías anunciaron la cancelación de sus respectivas fiestas patronales, la de Sayula, aún no se confirma si se cancela o no, por lo que seguiría latente el que de llevarse a cabo tengamos el riesgo de que se incrementen los casos de contagio más temprano que tarde.


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