viernes, 29 de enero de 2010


  La Carreta y los bueyes...

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El Carretero…

Buen fin de semana tengan todos, amigos lectores. Bien venidos también a esta Carreta todos los internautas. Hoy comienzo de buen humor esta entrega, uno porque antes de escribir esto desempolve algunos CD´s del tiempo en la universidad, y mientras tecleo escucho a "Death Can Dance"; en mi opinión, algo muy relajante. Dos, porque aquellos de mis recientes detractores, no tienen el aval que creen frente a los lectores locales y foráneos, salvo aquellos fundamentalistas de derecha e ingenuos, que más que otra cosa ven en determinadas opiniones vertidas por el dúo dinámico de la pedantería snob a los exorcistas de su temores clasemedieros, y a teóricos de la tierra prometida por el libre mercado, tan desprestigiada, no por la guerrilla, Cuba, Venezuela, Bolivia, el Peje o los enemigos del estado "democrático" y sus instituciones, sino por la realidad de un planeta deteriorado por la producción y acumulación de riqueza vía métodos no sustentables y barbaros como la guerra. Las muestras de apoyo, tanto personales como a mi correo electrónico en los últimos días, han sido conmovedoras, sobre todo porque corroboran mi sospecha: el cambio de paradigma de la civilización está en marcha, con ellos, sin ellos o a pesar de ellos; la gente lo manifiesta: la derecha no es la vía, menos el autoritarismo, venga de donde venga (izquierda, derecha, centro, arriba, abajo, pasado, presente o futuro)…
Política espacial, de la geopolítica a la cronopolítica…
La política gira en torno a un eje, a un centro geográfico de control desde el cual parte la tanto la influencia del poder en turno como los beneficios de éste a las comunidades que lo forman. Entre más lejos se esté del centro, más marginal se es y se vive. Los cambios cualitativos en este modelo, es lógico pensar, comenzarán de la periferia hacia el centro; del centro a la periferia solo se reproducirá, con variables mínimas, el sistema de control, sometimiento, represión y explotación que mantiene el poder central. Todas las ideas que emana del centro tratarán de justificar el modelo de poder centralizado, los discursos serán coherentes y lógicos al modelo, y todos los discursos contrarios serán vistos como una amenaza de la paz y estabilidad, como una sin razón. Desde el poder central la resistencia será castigada con la muerte, legal o ilegal de los sediciosos, alborotadores, revoltosos e insumisos. El mundo del centro que vive de negar la justicia a la periferia, se llamará así mismo mundo libre, y dará un pomposo nombre a su sistema de igualdad para iguales: Democracia. Fariseos como son, se desgarrarán las vestiduras a la menor provocación que atente contra esta libertad e igualdad que requiere de la injusticia y la desigualdad en las periferias. Este modelito tiene una faya: crea cada vez más infelicidad, descontento y miseria entre la gente: el centro se encoge cada vez más y la periferia crece monstruosamente, pero en dirección al centro, la energía del sistema, entonces, implosiona con todas sus consecuencias. Insustentable como es, se convierte en un gran hoyo negro que devora insaciable todos los recursos producidos por la civilización. Nadie gana, todos pierden. Simple consecuencia de las leyes de la termodinámica. El dejar ser, dejar pasar del capitalismo salvaje, entregarse al devenir, lleva necesariamente a ello. Cuando a un sistema se le aplica trabajo, el sistema acumula energía, se estructura, tiene capacidad de desarrollarse, de dar vida. Cuando un sistema genera trabajo y gasta energía ineficientemente, se desgasta, deteriora y muere. Eso nos está pasando. Los discursos que justifican este modelo caduco son tan peligrosos como la desesperación violenta en la periferia que disipa la energía social sin sentido alguno. Del modelo de sumisión señor-siervo, pasamos al amo-esclavo, luego soberano-súbdito, después terrateniente-campesino desposeído, siguió patrón-obrero; hoy que todo se vende, el mundo, la realidad y el hombre vueltos mercancías, la relación es banca-deudor. Todos modelos de relación socio política, que implican una realidad condicionada por el tiempo y su forma de producción: cronopolítica. En un modelo desigual de desarrollo, las formas de relación se da en todas en una misma época, pero es el centro el que incide sobre la periferia y sus múltiples cronopolíticas. La crisis actual no es pues económica, sino financiera, es una crisis del último modelo, el del centro: banca-deudor; que repercute geopolíticamente en las reproducciones anacrónicas de las relaciones de sometimiento en la periferia. De ahí que se insoluble, y no quede más que el desmantelamiento de un sistema ineficiente. Entre más se insista en este modelo, peor para todos. Con el centro y la periferia carentes de conciencia, reproduciendo modelos diversos de sometimiento en el total anacronismo, debido a la desigualdad e injusticia, estamos ante un gran reto para la humanidad: reinventarse, como en el renacimiento, o morir…
 Telecable local siente pasos en la azotea…
Desde que la compañía de cable local llego al municipio, las quejas de los usuarios del servicio han sido muchas. Entre otras, lo caro del servicio, la inclusión de TV abierta en la programación (es decir se nos vende algo que es gratis), la empresa ha respondido a algunas de ellas en la prensa local, pero la respuesta no ha dejado satisfechos a muchos. La única competencia hasta ahora había sido sky, de televisa. Opción que no era estrictamente económica. Hoy una empresa de Carlos Slim, introdujo en el municipio, dish, un sistema parecido a sky, pero con precios muy por debajo de telecable y sky. Sabemos que la renta está alrededor de 100 pesos más económica que telecable, en paquete básico y en paquete intermedio 50 pesos por debajo. La competencia encarnecida entre televisa, que controla sky y la mayor parte de la televisión por cable, y Slim que controla la telefonía fija y móvil, da como resultado el abaratamiento en los servicios. Ojalá que aprendamos que la forma de regular estos abusos como consumidores es exigir como clientes el mejor servicio por nuestro dinero; ahora ya todas las empresas se sienten paraestatales, ¿verdad CFE? Por lo pronto aquí en Sayula el monopolio de la TV restringida siente pasos en la azotea, ¿le estarán instalando su antenita roja?...ahí se ven.
PD
Renunciar… muchas veces es la única salida digna que se tiene. No es que no valga la pena luchar, solamente que no es digno (en la cobardía no hay dignidad). ¡Renuncie a la luna, exijo respeto al suicida!

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