Semanario Horizontes

Y vuelve la burra al trigo

Por Rodrigo Carrión Grajeda

Aquí Usmajac

Después de que el actual ayuntamiento tuviera relegado por un largo tiempo a esta delegación de Usmajac en obra pública, hoy las cosas se miran diferentes pues una de sus calles importantes (la Independencia) esta siendo adoquinada a lo largo y ancho provocando con ello muy buenos comentarios de parte de los vecinos beneficiados y el pueblo en general. Aparte del adoquín señores, las banquetas también son nuevecitas, asi como el drenaje y la red de agua potable. Sin duda con dicha obra los habitantes de este lugar vivirán mejor y las propiedades del rumbo generaran mejor plusvalía en un futuro inmediato. Las únicas opiniones encontradas que escuchamos de parte de los mismos vecinos, es que poco les durara el gusto, pues por esa calle se encuentra una granja de pollos a la cual continuamente entran y salen traílles y camiones cargados de alimentos para los mismos o huevo para el mercado, pudiendo estos destruir gran parte del adoquín que actualmente se esta colocando en dicha arteria. Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto en este sentido buscando alguna solución en coordinación de los dueños de este negocio el cual también es fuente generadora de trabajo y alimentos para el mismo pueblo. Ya que hablamos de obra pública, les recordamos a las autoridades municipales al mando del actual presidente Samuel Rivas que las dos principales calles que dividen al pueblo y son las que soportan la máxima carga vehicular de entrada y salida a diferentes partes principalmente con Sayula, esta echa pedazos en toda su extensión dando con ello un mal aspecto a nuestro pueblo, daños a los vehículos que por ahí transitan y sobre todo una muy mala imagen a ustedes como autoridad en turno que nos representan. Otro de los inconvenientes por el deterioro de las calles, es que los vecinos cansados de tanto hoyanco tapan con algún material temporalmente provocando una tremenda polvareda principalmente donde les echan caliche o simplemente tierra como sucede en la calle Juárez frente a un negocio de computadoras las cuales son muy susceptibles al polvo fino provocando daños al equipo continuamente. En mi negocio ya ni les platico, lo bueno que tengo compresora de aire para sopletear y a mis productos no los daña el polvo, sino, quien sabe como me iría. Esperemos pues que las autoridades ya encarriladas se animen y den al menos mantenimiento a estas dos importantes calles después de terminar la excelente obra de la calle independencia.