Por Rodrigo Carrión Grajeda
"Feliz año nuevo2013"
Desde que tengo uso de razón, siempre he escuchado en cada inicio del año principalmente, el día primero, la tan trillada y desgastada frase; feliz año nuevo. De seguro dicha costumbre nació como una simple deseo humano producto como siempre de la hipocresía natural que todos llevamos por dentro y no como un deseo sincero ya que nuestra condición de seres imperfectos desde que nacemos nos impide desear cosas buenas a nuestros semejantes. Aparte de que la felicidad completa no radica en el dinero, mucho menos en las cosas materiales que con el dinero muchas veces mal habido adquirimos. Además, cómo podemos ser felices nosotros los ciudadanos comunes al principio del año si después de todos los gastos infructuosos de las fiestas navideñas muchas veces hasta pidiendo fiado para la cena y los regalos nos topamos con la tremenda carga de más gastos ahora con el pago de impuestos "renovados"que nos imponen los gobernantes como el predial, agua potable y refrendo de la carcacha, la verdad que está difícil. Muchas personas ingenuamente a lo largo de su vida terrenal con mucho sacrificio adquieren diferentes tipos de propiedades y bienes con el fin de "asegurar" su tranquilidad cuando la vejez los alcance, sin imaginarse que con ello solo están echándose más peso sobre su espalda, ya que estos les causaran más gastos que beneficios con tanto impuesto y deterioro natural de las propiedades haciéndolos de esta manera más infelices que felices. Hay personas aquí en nuestro municipio o en esta delegación que sin tener nada en la vida las miramos mucho mejor, más felices que quien tiene dinero a montones. En una ocasión platicando con un amigo al cual la vida no le ha favorecido del todo, pues aparte de no tener casa propia ni un trabajo seguro, me platicó que su vida la vive plenamente disfrutando de su familia y de cada día que Dios padre le regala, pues en familia lleva más de 20 años conociendo a Dios a través de la biblia y no carece de lo indispensable para vivir. Con todo esto no quiero decir que no debemos de tener aspiraciones y metas en nuestra vida. De antemano sabemos que parte de la tranquilidad y felicidad nuestra y de la familia radica en un lugar propio para vivir, un carro si podemos comprarlo para movernos a distancia, del agua para vivir y limpiar nuestra ropa, mas sin embargo, también como mi amigo Rubén, creo que el conocer a Dios a través de su palabra, nos traerá la felicidad completa que la mayoría de personas en este mundo desenfrenado no tienen, pues viven tan enfrascados en hacer dinero para "asegurar" su futuro que cuando lo quieren utilizar, ya ni comer pueden, mucho menos usarlo para otras cosas de que tengan ganas. Eso es todo por hoy, de mi parte estimados amigos y lectores de esta humilde columna usmajense, que pasen sinceramente un feliz año pero conociendo a Dios nuestro creador y a Jesucristo a través de su palabra escrita en la biblia para que su felicidad sea completa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario