viernes, 22 de febrero de 2013


 Aquí Usmajac
Por Rodrigo Carrión Grajeda
Lo único que nos dejo el carnaval y sus dichosas comparsas
Después de todo el alboroto y desenfreno que las fiestas profanas del carnaval provocaron en nuestro municipio con tanto desmán, solo nos queda la reflexión, de que si esta bien, o esta mal, continuar apoyando su realización con un costo excesivo del dinero del pueblo por parte del ayuntamiento municipal sin más beneficio que el desorden de manera casi general, dejando de invertir en aéreas mas importantes.  Y es que la verdad en este carnaval los excesos estuvieron a la orden del día, donde se miraron desde mujeres borrachas desnudándose el plena plaza de armas, hasta pleitos entre jóvenes alcoholizados y daños materiales a automóviles de personas que nada tenían que ver con sus "diversiones". En cuestión de vialidad para que les cuento, llegó a tanto el desorden vehicular el viernes de comparsas, que los elementos de transito resultaron insuficientes para poder controlar el problema pues NO hubo un plan especiífico antes de.  Otro de los grandes perjuicios que con este tipo de festejos se fomenta de manera inconsciente por parte también de la autoridad municipal es la desviación sexual, pues subliminalmente las nuevas generaciones de pequeñines que asisten al evento desagraciadamente todo captan y para ellos mirar tanto homosexual dándole vuelo a la hilacha, se ha estado convirtiendo en algo natural, pues el puúblico presente hasta les aplauden y les halagan sus joterias. Al parecer el propósito de los participantes de las comparsas en esta ocasión era de quién se desvestía más y no en mostrar su talento y creatividad de sus coloridos y exóticos vestuarios. Al menos este tipo de festejos que se han convertido a través de los años en una tradición fuerte en nuestro municipio, las autoridades municipales deberían de reglamentarlo para que en verdad sea una fiesta de alegría y creatividad artística como la imagen que tenemos presente. Buscando a la vez que dicho festejo sirva de alimento a la inagotable imaginación del ser humano y no como una manera de ofender a nuestro creador que cada día lo enfadamos más y más con nuestra insana conducta de pecadores propiciando con ello su alejamiento y seamos presa fácil de las calamidades dentro de nuestras familias por tanta desobediencia. Yo creo que la diversión no esta peleada con la devoción, simplemente tenemos que saber distinguir lo bueno de lo malo y no participar o permitir que otros lo hagan descomponiendo las buenas intenciones de dichos festejos centenarios tan arraigados en nuestro municipio sayulense que muchos de nosotros en otros tiempos también disfrutamos sanamente pues eran otros tiempos. Esperemos pues que nuestras autoridades municipales representadas en esta ocasión por mi estimado amigo el Dr. Jorge tome cartas en el asunto del  carnaval y sobre todo de las comparsas,  haciendo un pequeño análisis  de lo que a juicio de muchos parroquianos puede evitarse en perjuicio de muchos y para que en otra ocasión las cosas resulten mejor dando con ello mas realce y fama a nuestro carnaval que durante muchos años atrás  fueron de los mejores carnavales de  Jalisco y sin tanta depravación como se han celebrado este año.                

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