viernes, 22 de febrero de 2013


Las Crónicas de Don José
En tiempos de los hacendados había un hombre como pocos

Todos los achichincles renegaban contra el patrón por lo poco que les pagaba y lo mucho que les exigía en su trabajo, desde el amanecer hasta que se ponía el sol y todavía les ponía  a hacer otras faenas por el mismo sueldo, con justa razón, todos los trabajadores renegaban.
Pero entre todos había un buen hombre que parecía no afectarle esa situación, nunca se enojaba, al contrario, cantaba, chiflaba, se le veía siempre muy contento y sus compañeros de trabajo al observarlo se extrañaban de tal actitud y algunos lo juzgaban hasta de loco, o que a lo mejor -murmuraban- a él sí le pagaba el patrón un mejor sueldo. Pero nada de eso, ganaba lo mismo que los demás, pero su buen corazón era lo que lo hacía ser así. Le empezaron a preguntar, oye fulano, tú vives muy contento con lo que te paga el patrón..?. Sí, les contestaba. ¿Te ajusta para mantenerte..?. Claro que me ajusta, con eso me mantengo y mantengo a mi familia, pago mis deudas atrasadas y presto dinero a premio. Ah caray, y ¿cómo le haces? Se cuestionaban sus compañeros y más sospechaban o que estaba loco o que a él le pagaban más.
Ya era una crítica que corrìa entre todos los trabajadores, hasta que llegó a oídos del patrón, quien de momento se dedicó a observarlo y pensó quizá que a lo mejor lo estaba robando. Fue tanta su desconfianza que lo empezó a espiar hasta que un buen día se decidió acercarse al hombre encontrándolo cantando. Le inquirió, ¿qué contento andas, oye a ti sí te ajusta lo que ganas..?. Sí, con eso mantengo a mi familia, pago deudas atrasadas y presto dinero a premio. Ah, responde sorprendido el patrón. ¿Pero a quién le pagas deudas atrasadas y a quién le prestas dinero a premio..?. Mire -le responde el trabajador- pago mis deudas a trasadas a mi padre a quien le debo la crianza y ahí lo tengo, presto dinero a mis hijos y los estoy criando para que cuando sean grandes y yo esté viejo sin poder trabajar ellos me puedan mantener y con eso me van a pagar.
Atónito el patrón sólo acierta a responder : Ah caray eso está muy bien, mira, mañana ya no vengas a trabajar aquí, allá te espero en mi oficina. Está bien señor, le responde el trabajador.
Al otro día llega muy temprano con el patrón a su oficina : Aquí estoy a sus órdenes, qué voy a hacer...?
Le contesta el patrón, te voy a aumentar el sueldo, de ahora en adelante vas a ser mi consejero.
El trabajador sorprendido desde ese día en adelante notó que todo había cambiado, no sólo para él sino también para los demás trabajadores a quienes igual les aumentó elsueldo para que trabajaran con más ganas y lo apreciaran también. Así, el patrón aumentó su capital y vivió desde ese día más contento con sus trabajadores como hermanos.

N.de la R: Datos del autor : José Anaya Chávez, lugar de nacimiento : Hacienda de Tehachue municipio de Atoyac. Domicilio Hidalgo 148 en Usmajac, Jalisco.

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