jueves, 10 de abril de 2014

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
Sigue sin convencer el horario de verano
A pesar de que desde hace alrededor de tres lustros se impuso el llamado horario de verano en nuestro país, el grueso de la población simplemente no se acostumbra al mismo.
Y es que los argumentos que se esgrimen no convencen sobre las supuestas bondades, beneficios o ahorros que dicen se logran con este horario de verano.
Se habla de ahorros en la energía eléctrica porque se aprovecha más la luz del día. Pero en los recibos de la luz no se refleja ningún ahorro, los usuarios siguen pagando lo mismo o más. Además, el supuesto aprovechamiento de la luz del día, se desvanece porque en las mañanas al tener que levantarse una hora más temprano cuando todo está oscuro todavía, por lo que lo por la tarde se ahorra por la mañana se gasta.
Se dice que con el horario de verano ayuda a proteger el medio ambiente porque se disminuye el consumo de la energía eléctrica. Como ya lo vimos en el párrafo anterior, el contra argumento es que lo que efectivamente por las tardes se puede ahorrar, por las mañanas se gasta al tener que levantarse una hora más temprano para iniciar las actividades ordinarias.
Ahora que si los ahorros son para el gobierno o para la misma empresa paraestatal que presta este servicio público, hasta el momento se desconoce qué se ha hecho con esos ahorros que se han obtenido durante todos estos años que lleva el horario de verano. Nadie sabe cuáles son los beneficios que se han hecho con esos capitales.
Y justo es que al menos un beneficio indirecto tenga la población con esos supuestos ahorros, pero hasta el momento nada ha visto nuestra sociedad.
Por otro lado, la versión que más creíble ha sonado es que, como históricamente ha sucedido con la dependencia o sumisión de México hacia el país vecino, el horario de verano fue impuesto por Estados Unidos al parecer para ajustar los horarios de las bolsas de valores.
Sea cual sea la razón, sea cual sea el motivo real del horario de verano, a todos nos queda claro que es una imposición arbitraria al pueblo de México porque sin más ni más se aplicó, se ha aplicado y por lo que se ve, se seguirá aplicando.
Pero también, a todos nos queda claro que sea cual sea la razón de esta imposición, ninguna justificación ha logrado ni logrará engañar al reloj biológico que todos llevamos con nosotros mismos, por lo que cada año seguiremos batallando en cada cambio de horario.
Y aunque definitivamente el cambio de horario afecta más a las niñas y niños, el resto de la población también resiente ese horario en su reloj biológico. Por eso a pesar de los lustros que lleva el horario de verano, simplemente no nos ha convencido en ningún aspecto. O usted qué opina estimado lector. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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