viernes, 5 de septiembre de 2014

México, botín de buitres y depredadores  II
Por Federico Estrada Valera  Cronista de Sayula
Piratas e invasores, los primeros

Recièn ganada la ciudad capital de los aztecas, Tenochtitlan, Hernàn Cortès quería quedar bien con el emperador Carlos V y ordenó que salieran a España dos carabelas con la carga más valiosa que entonces pudieron acumular como la parte convenida llamada Quinto Real, que consistía de joyas y oro fundido, de los despojos que obtuvieron en los saqueos de los palacios de Moctezuma y otros recintos.
Los comisionados para esa misión, fueron dos capitanes de absoluta confianza de Cortés: Alonso de Avila y Antonio de Quiñones quuienes debían entregar esos tesoros, sin intermediarios, directamente al poderoso monarca.
Llegaron a la Isla Tercera y se colige que por exceso de celo hubo modificaciones a bordo, pues algunos querían darle «una miradita» al tesoro, antes de entregarloo, pero la versión oficial fue de que Quiñones fue muerto por un rival en amores.
Por lo tanto Alonso de Avila continuó su viaje con sus naves y en el largo trayecto fue asaltado por el pirata francés Josuá Florin, y en lugar de arribar a España, tomaron el derrotero de Francia y tanto  barcos como marineros y capitanes desembarcaron en Puerto francés. La fabulosa carga que sería utilizada sin lugar a dudas para los gastos de guerra contra Francia, fueron a parar a manos del Rey Francisco I, quien utilizó ese tesoro para continuar su guerra contra Carlos V de Alemania y Primero de España, y eso ocurrió cuando aún eran las primeras décadas del siglo XVI.
Eso dio lugar a que por más de 200 años, todas las costas de la Nueva España fueron acosadas y saqueadas por piratas ingleses, franceses, genoveses, holandeses y hasta turcos que merodeaban por el Oceano Pacífico y por el Golfo de México.
Pocos conocen que un tío de Cristóbal Colón, fue corsario y muchos coligen que Cristóbal se hizo marino con ese tío y que por ello conocía el oficio de la navegación, otros parientes también con apellido Colombo, fueron ajusticiados por la inquisición. (Ferrara, Italia) y perseguidos por herejes. Su biógrafo Madariaga, no le perdona que cuando Colón no encontró oro en las Antillas, ni en Cuba, se desquitó capturando esclavos y llevados a España, los vendía por miles, al grado de que casi todo el Caribe se despobló.
Cuando la Reina Isabel la Católica se enteró de que su almirante de la mar oceano y gobernador de las islas era un tratante de esclavos, ordenó que lo llevaran preso y encadenado a España, pero pudo más la ambición y fue perdonado para que descubriera más tierras y así nos fue a lo snativos de América, pues hasta un nieto de Cristóbal fue virrey de México, igual de voraz y depredador que su abuelo y que los gobernantes de hoy.
De Alonso de Avila se tuvo noticias de que regresó a la Nueva España y poco tiempo después fue involucrado en la supuesta conspiración contra el Virrey y por ende contra el Rey por parte del heredero de Hernán Cortés, Martin Cortés.
Los enemigos de Cortés y de sus sucesores, manipularon el juicio y declararon culpables a más de una docena de hijos de conquistadores, entre ellos a los hermanos Avila, quienes fueron sentenciados a pena de muerte y les aplicaron garrote vil, sólo se salvó Martín Cortés, pero fue desterrado y despojado del marquesado, título que había heredado de su padre.
El otro Martín Cortés, hijo del conquistadore y de la Malinche, fue castigado con penas menores.
Sólo como referente de esos ajusticiados, aparecen cuatro familias emparentadas con ALONSO DE AVALOS, quien era primo cernao de Hernán Cortés, pues las madres de ambos eran hermanas.
En días próximos, publicaré una lista de los españoles que se casaron con princesas de la nobleza azteca y michoacana y que se convirtieron en potentados millonarios y explotadores.

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