viernes, 5 de septiembre de 2014

Sayula, único lugar del mundo que desperdicia sin control su activo más importante, su agua en frutas para postres

 Por Federico González Alfaro



El objetivo primario y esencial de la agricultura, se los dice un hombre de campo, es producir alimentos no solo para los que trabajamos el campo, producimos para alimentar a la sociedad.
En Sayula, se está desperdiciando impunemente su activo más valioso, su agua en frutas para postres. Lo peor del caso, para postres en el extranjero.
Sayula cuenta con un suelo franco-arcilloso, que posee algunas propiedades físico-químicas, como su capacidad de absorber y retener agua con la fuerza suficiente para evitar que esta se escurra rápidamente evitando su infiltración profunda al subsuelo por la fuerza de gravedad.
Esta tierra, arcillosa y con un pH alcalino, no es apta para la siembra de estas frutillas que serán su perdición.
El arándano, la frambuesa, la mora híbrida, el pimiento, son cultivos con alta demanda de agua. Esta debe estar presente en forma suficiente y oportuna. El valor total de agua útil aprovechable, es decir la cantidad de agua que necesitan estos cultivos es de 1,435,000 litros de agua por hectárea. Lo grave es que estos requerimientos no son por la temporada. Con riegos localizados, como en Sayula, la frecuencia debería ser cada tres días, con la finalidad de facilitar la aireación de la zona de raíces.
El primer riego, requiere la cantidad de agua arriba señalada, los siguientes, dependiendo de las condiciones pueden bajar a la mitad, pero su frecuencia no cambia, ya que al ser suelos alcalinos y arcillosos, los necesitan forzosamente para mantener a los cultivos con vida artificial.
Son tales, los volúmenes de agua que estas plantas requieren, que en los dos o tres primeros meses del año, los campos han agotado su cuota anual de extracción del preciado líquido.
Como la legislación es tan laxa, las autoridades o bien, tan corruptas o tan incompetentes, estos productores, prefieren pagar el costo del sobre precio de la energía eléctrica al excederse de su cuota subsidiada.
La Comisión Nacional del Agua, en lugar de hacerse la ciega, debería ponerse verdaderamente estricta y cortar el suministro del agua a todo aquel productor que se exceda en su cuota anual de extracción.
Están cómodamente pagando un costo adicional e irrisorio para tener la libertad de agotar este importante recurso natural no renovable.
Es demasiado el volumen de agua destinado para la producción de frutillas para postre, no para producir los alimentos que nuestro pueblo requiere y que nuestra población en Jalisco va a necesitar en un futuro no muy lejano.
Este es un verdadero grito de auxilio a la Comisión Nacional del Agua, a la Secretaría del Medio Ambiente, a la Profepa, para que actúen inmediatamente. Al Cader, mejor ni lo menciono, este únicamente sirve para proteger los intereses de estos “modernos” agricultores.



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