sábado, 4 de julio de 2015

Temas de Interès
Por Arturo Fernàndez Ramìrez
LOS CAÑONES ANTIGRANIZO

Gran polémica e inconformidad social han generado nuevamente los llamados "cañones antigranizo" que de acuerdo a la vox populi, utilizan algunos agricultores para ahuyentar el granizo, pero que en realidad provocan que no llueva porque desintegran a las nubes o hacen virar su curso natural.
Tal situación desde luego que provoca reacciones de enojo por parte de la población en general porque es indudable que la escasez de este vital líquido trae muchos perjuicios para la mayoría de la sociedad, puesto que se ponen en riesgo muchas siembras y de esto derivan fuertes crisis económicas.
Entonces, desde la perspectiva social, existe sobrada razón para estar molestos y para manifestar tal inconformidad.
Pero en contrapartida, ahora a diferencia de como tradicionalmente había ocurrido, los productores a quienes se les responsabiliza de dichos cañones, hicieron una defensa pública y convocaron a los medios informativos para externar su punto de vista.
Ahí expresaron categóricamente que sus cañones de ninguna manera ahuyentaban la lluvia, sino que se utilizaban para otros fines. Expusieron sus razones.
No obstante ese pronunciamiento, un nutrido grupo de ciudadanos realizaron una marcha que a través de las redes sociales habían convocado. Es decir, no quedaron convencidos de lo que los agricultores dijeron en torno a sus aparatos.
En este contexto, las conclusiones a las que podemos arribar son, primero, no es nuevo el Tema de Interés de los cañones antigranizo, ya que durante muchos años han generado malestar estos aparatos.
Como segunda conclusión, tampoco es un problema exclusivo de nuestro municipio de Sayula, puesto que en muchos otros lugares se han suscitado conflictos de esta naturaleza, llegado a extremos mayores a los que aquí se han dado, toda vez que en otros municipios se han dirimido las diferencias en los tribunales o bien, con violencia.
Una tercera conclusión sería, aplicando en estricto sentido el principio de legalidad, se debe reconocer que, lamentablemente, la autoridad municipal se encuentra limitada por la ley para poder intervenir como la misma sociedad lo reclama y lo exige, por lo que es necesaria la intervención, el apoyo y el concierto de autoridades de otros niveles e instancias para poder enfrentar a fondo este problema.
Como conclusión cuarta y frente a las dos versiones de que los cañones sí afectan el temporal de lluvia o de que no afectan para nada la lluvia, habría que aplicar la lógica y el sentido común que muchas veces es el menos común de los sentidos y preguntarnos: si realmente, como aseguran los agricultores, los cañones que utilizan no afectan para nada el temporal de lluvia, ¿entonces por qué, "coincidentemente", les dan uso únicamente cuando se avecina una lluvia?
Porque es más que obvio que la polémica de estos aparatos surge en el temporal de lluvia o cuando se advierte que está próximo a llover torrencialmente.
Y además, como se dice "la gente de antes", los que nacieron y se criaron en el campo, aprendiendo de la naturaleza misma, aseguran que esos cañones sí afectan el temporal.
Entonces, todas las anteriores conclusiones nos conducen a deducir que en definitiva y aunque los productores digan lo contrario, sus cañones sí tienen un efecto en el ciclo normal del agua, alterando su fase la precipitación.
Por lo que frente a esto, si bien la violencia no es el camino adecuado ni el más conveniente, sí es importante que la sociedad se organice y que sin dejarse utilizar para otros fines por quienes buscan una oportunidad para llamar la atención, haga valer su inconformidad contra algo que afecta a la mayoría. Que impere la razón y la prudencia por ambas partes, pero que se ponga fin a esta polémica de los cañones antigranizo. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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