viernes, 2 de octubre de 2015

LA POLITICA DESDE GAYOLA
Por Rodrigo Sánchez Sosa

Los mexicanos nos damos cuenta esta semana por medio de las noticias que nuestro salario mínimo nacional es de los más bajos del mundo. Sí, aunque no lo crea, más bajo que el de Haití, Nicaragua, Bolivia o Venezuela; sólo Ucrania, por motivos de guerra tiene un salario más bajo que el mexicano, el que sigue nos rebasa por cualquier cosa ¡300%! Y comparados con los salarios que se pagan en Nueva York, por ejemplo, apenas representa el .2%. Para sorprendernos más, el salario mínimo de hace 39 años era tres veces mayor al que hoy existe; pero, ahí está el pero, en contraste la productividad del trabajador mexicano ha aumentado de dicha fecha al día de hoy en un 300%, es decir producimos más y mejor que en 1976 y ganamos menos, muchísimo menos ¿Por qué? Se preguntará usted, aparte que justamente se hará la pregunta si esto es cierto, cuál es mi fuente, pues es verdad, y la fuente es el mismo Banco de México, que hizo públicas estas cifras y fueron difundidas por algunos medios nacionales y ampliamente comentadas pro especialistas.
Pero, por qué; bien, resulta que el mantener los salarios bajos es una estrategia antiinflacionaria del gobierno, en una lógica económica ortodoxa, que se sustenta en que si el trabajador puede comprar menos no presiona los índices de inflación, pues a mayor demanda, mayor precio y mayor inflación, si se controla la inflación se mantienen los índices macroeconómicos estables, se incentiva la inversión extrajera: el mexicano es de los trabajadores más baratos del mundo y eso atrae capital haciéndonos más competitivos. Pero todo a costa del mexicano al que no se le pide opinión. ¡Cuarenta años! Empobreciéndonos con estas políticas económicas, matando de hambre a más de la mitad de la población ¡Para nada¡ no estamos mejor que en 1976, el salario compra tres veces menos que entonces, nuestro esfuerzo ha mantenido esta política que sólo beneficia un elite. Nuestro crecimiento ha permanecido mediocre como país, porque la producción interna no es redituable, no se produce más porque la gente no tiene dinero para comprar, se privilegia la exportación. Crisis, tras crisis, tras crisis, por lo menos desde que naci, no escucho otra cosa ¿Y cómo no si nos han mantenido en una economía de guerra para enriquecerse? Ahora hay que no sólo tener un trabajo formal sino uno de medio tiempo u otro informal para sacar el gasto; esto sino no se quiere prestar a la corrupción o el crimen organizado en casos desesperados (como el mío) para poder sobrevivir. A pesar que no funciona, que no han dado resultados, que han empobrecido, estas políticas, a más de la mitad del país, el gobierno no esta dispuesto a cambiar la estrategia, la iniciativa de reforma y aumento al salario mínimo, sigue congelada en el congreso por la bancada del PRI, PVEM y PAN; argumentando que un aumento en el salario mínimo traería consigo un aumento en todo aquello que se taza en salarios mínimos, como las multas, las cuotas al IMSS y algunos impuestos y aranceles.
    Es estúpido no ver que tal tasación en salarios mínimos en innecesaria ¡que se tase en pesos y ya! no modifica en nada que una falta administrativa de la anticonstitucional y jalisciense "ley de policía y bien gobierno", diga a la letra que orinar en la calle hace acreedor a una multa de 200 pesos m/n  en vez de decir que la multa haciende por tal motivo a 2.5 salarios mínimos. Y así todo. Con el aumento del salario mínimo nada cambia, tal vez, eso si la ganancia de empresarios y gobierno, pero se compensa señores, al fin capitalismo, a mayor consumo, mayor producción, mayor crecimiento. Los empresarios producirán más, venderán más y pagarán más impuestos, hasta para mí que no estudie economía es lógico ¿por qué para los señores diputados no lo es? Ah, porque entonces, la corrupción ya no es la misma, a un cambio de este tamaño seguirán leyes regulatorias  que ya no darán oportunidad de mochadas, de trafico de influencias de justificación de reformas que vendan al extranjero el patrimonio nacional para enriquecer a unos cuantos ¿pero seguiremos pagando el costo los mexicanos, con dos o tres trabajos para medio comer, con la mitad de la población en la pobreza, compitiendo con los peores salarios del mundo, sólo para que la elite en el poder se siga enriqueciendo, el país siga siendo saqueado y nuestro jóvenes, y con ellos el futuro,  sigan muriendo e intoxicándose hasta la muerte física y social? No es verdad el triunfalismo del gobierno, las cosas están mal porque tenemos a los peores mexicanos en los puestos estratégicos, a mexicanos traidores y vede patrias, hijos de los corruptos del pasado y títeres de los poderes fácticos; es una burla para el servicio público que en un país de 120 millones de habitantes los funcionarios claves del gabinete federal, sigan siendo hijos de viejos y corruptos políticos o de esa misma familia que ha gobernado el país desde hace décadas: de repente ve  usted a Enrique de la Madrid Cordero (Hijo de Miguel de la Madrid ex presidente de México), como alto funcionario asistiendo a una importante reunión económica en Europa representado al gobierno mexicano, y no puede pensar más que en el tipo de gobierno que tenemos. El costo, es nuestra hambre, nuestra miseria, somos una economía mediocre y un país violento, no por nuestra mala suerte en el contexto internacional que siempre, según esto nos ha sido desfavorable, ni por ser malos trabajadores o pésimos emprendedores, sino porque estamos secuestrados por una mafia en el poder; somos esclavos de una elite, y como tales, ignorantes y pasivos. Si el ver que tenemos el salario mínimo más bajo del mundo no lo convence, entonces, este país ya no tiene esperanza. Si usted cree que porque gana 3 mil pesos a la semana esto le vale madre, déjeme decirle que en Estados Unidos un trabajador común gana más que eso en un día; sí, son Los Estados Unidos, pero usted no gana ni la sexta parte de eso; y si es honesto, apenas le alcanza para sus compromiso, ahora piense en el que gana 600 0 700 pesos a la semana o peor, como yo 300 pesos; por donde le vea no vamos para ningún lado, sino ponemos un hasta aquí al abuso. Y sólo le hablo del salario mínimo. El país perfecto para hacer negocios sucios es el que tiene hambre, entonces sí, como dice la canción, "la vida no vale nada", lo cual no tiene nada de romántico. No es el remedio actuar como sino pasara nada y agotarnos en los chismes de la política, y peor local, como si todo fuera cosa de chismorreo; esto, este país, no está bien, nos están matando de hambre, y esto incluye desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. Para mi es un enigma cómo sobrevivimos ¡Nos están matando! ¡¿A caso nadie lo ve?!...

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