domingo, 20 de diciembre de 2015

LA POLITICA DESDE GAYOLA
Por Rodrigo Sánchez Sosa

Consejos de Belcebú a su hijo:
Quisiera decirte que la capacidad  intelectual y la inteligencia se hereda, pero no es así, hasta donde sé ningún descendiente directo de Einstein ha propuesto la solución al campo unificado de la física; aunque Newton fue un solterón empedernido y mojigato, dudo mucho que un descendiente suyo hubiere dado con la explicación a la catástrofe en el ultra violeta que descifró los secretos de la naturaleza de la luz, aunque ni siquiera quien lo hizo lo supo en un principio, no es ningún secreto que Max Plunk se pasó el resto de su carrera tratando de refutar sus propia investigación que se topó con los hoy famosos cuantums. En fin, ese argumento de la sangre, pequeña bestia, no es más que una reliquia del pensamiento aristocrático que justificó dinastías gobernantes por todo el mundo, algo que en muchos casos, costó caro a los pueblos, porque el poder, la mayoría de las veces, terminó en manos de cada  imbécil.
Aunque resulta ocioso hurgar  nuestros ancestros en esos tontos términos, por otro lado, es bueno que conozcas tu origen, que sepas que no eres un primer animal, sino algo más,  un ser con historia o ¿creías que tu inventaste tus toscas y vulgares maneras y tus tendencias afortunadas que no te miento, a veces me hacen sentir orgulloso? no, mi querido demonio blasfemo y estúpido. Afortunadamente puedo contarte la historia de tus antepasados 300 años, digo afortunadamente porque hay quien  no sabe ni quien es su padre, aunque a veces como me has gritado, desearías tu tampoco saberlo, pero, no está en ti decidirlo ni en mi concederlo con todo lo diablo que soy, el pasado ya está consumado y en el presente, como decía tu abuelo, "Tejones". El futuro ya está en tus garritas peludas, cuya probabilidad de volverlo estiércol es altísima, total que esa es cosa tuya, yo con esto cumplo. Pero, no nos desviemos del tema, no tengo pruebas, pero infiriendo desde las que poseo, me llevan a pensar que nuestros ancestros europeos llegaron a éste lugar en 1546, aproximadamente, eran Europeos, claro, demonios, les decían los nativos, luego que vieron como se comportaron robando sus tierras y violando a sus mujeres, al fin demonios; bueno dejemos a los diablos con sus ocupaciones, y continuemos. Eres la treceava generación desde entonces, si no me fallan los cálculos, pero, no te alborotes, te advertí que eso de la sangre azul no es lo que parece; primero como no tengo pruebas contundentes de lo anterior, menos podría, a pesar de ser el mismo demonio, saber de dónde llegaron y a qué se dedicaron antes de embarcarse al nuevo mundo nuestros abuelos demonios blancos, dudo que fueran nobles, que carajos haría la nobleza flamenco-española en éste rincón perdido del imperio sino sufrir, soldados, mercenarios, buscadores de fortuna, ve tú a saber qué fueron, en el mejor de los casos un burócrata de tercera del imperio de Carlos V que no tuvo opción más que venir a fundar una ciudad en medio de la nada. Tampoco es para sentirse orgulloso de esa Europa, vieja prostituta, te sorprenderá saber, que de no ser por los romanos, los celtas  y los árabes, esas tribus barbarás de galos, teutones y godos no serían poco más que bestias viviendo entre sus eses al descubrimiento de América. Eran tan sucios que aún en pleno siglo XVIII su sistema de alcantarillado era tan rudimentario, que defecaban y orinaban en trastos y luego lo arrojaban a la calle, previniendo con un grito a los de afuera (quizás de allí venga el mexicanísimo "aguas" como expresión de advertencia). Los conquistadores al llegar a México Tenochtitlán, se quedaron asombrados de lo asépticos que eran los aztecas, tenían letrinas y baños públicos como los griegos y romanos, además no usaba el agua para deshacerse de sus desechos, sino la ceniza, la que impedía el olor y trasformaba en abono para los cultivos los desechos humanos. Seguramente lo civilizados europeos barbudos, otro síntoma de mala higiene, siguieron arrojándose mierda en la cabeza antes que adoptar las costumbres salvajes de los aztecas. Alégrate mi querido engendro malvado de hocico blasfemo, tú  también eres descendiente de esos indígenas que reciclaban popo y comían corazones humanos palpitantes. Rara mezcla, pero el impulso que la animó, no le importa mucho el decoro ni entiende de buen gusto, los abuelos españoles e indígenas se mesclaron. Ojalá hubiera terminado allí la cosa para no seguir obligándote con éste látigo y estas cadenas a escucharme; no, para nada. Los sucios europeos, pero herederos del método racional, la ética y la política mediterránea de la región ática, se mezclaron si, con los caníbales rituales pero herederos de una cosmovisión panteísta y un conocimiento sofisticado de los teotihuacanos. Pero no estaban solos, también, por razones de historia, se encantaraban  juntos y  revueltos con los africanos traídos contra su voluntad y obligados a trabajar como bestias que se compraban y se vendían, pero con una profunda espiritualidad,  termino que no te debe asustar porque para nuestros abuelos africanos, mi querido monstruo en ciernes, el mal y el bien son referentes de espiritualidad. Puedes sumar un origen más a tu ser del que poco te ocupas tan preocupado por la angustia de tener. Me permito sumar a este coctel de genes, quizás arbitrariamente, la herencia asiática, árabe y gitana;  los ojos, de tu bisabuela y los ojos de mi padre son mis referentes. Pero te dirás, con  razón,  si algo de tu interés mueve esta perorata ¿Qué demonios soy entonces? ¿Un chilaquil genético? Bueno, quizás te consuele saber que eso de la pureza racial es un mito que sólo sirve para los recursos retóricos de la política y más recientemente pera vender desde calzones hasta toallas femeninas. Los rasgos tan cotizados que envidias, o rechazas, no son mas que adaptaciones al medio de nuestra especie, aunque nunca he sabido para que carajos nos dio la mitología cuernos y cola a los demonios. Creo que si fuéramos bovinos seriamos vacas pintas. En fin, con esos rasgos característicos, es verdad, se heredan ciertas ventajas o desventajas físicas, habrás notado que la piel blanca resiste menos el sol del trópico que la oscura y por lo tanto muy probablemente tus amigos de piel blanca envejezcan primero que tú al menos en aspecto, pero hay otros rasgos que podrían significar una ventaja, y allí es donde quería llegar. Tal ventaja sólo lo es si se reconoce y cultiva, se trabaja en ella, sino se puede convertir en una desventaja; aunque no olvidemos que también depende del contexto social y tiempo en que se valora esas ventajas. Imagínate al Michel Jordan, el mejor basquetbolista de todos los tiempos, sus facultades físicas heredadas, en el silgo XIX en Estados Unidos, solo le hubieran servido para recoger algodón  más rápido que otros esclavos y probablemente hubiera terminado muerto por ser inconveniente para el amo blanco o los otros esclavos. Así que aún esto es cuestión de suerte. En lo que sí estás inmerso hasta el cuello, mi pequeño engendro, es en una historia, la historia de hombres que enfrentaron con lo que tenían a la vida, algunos con mayor o menor fortuna, pero todos sumando su experiencia para que tú no comiences de cero. No importa si unos fueron pobres diablos o demonios genocidas despóticos y tiranos, tú tienes la responsabilidad de tu propia vida, y la historia que aunque nadie te contó de tu abuelo español, indígena, africano, árabe, chino o gitano,  se te trasmitió a través del lenguaje de los cero a los tres años en tu casa,  suficiente para darte individualidad e identidad frente a la historia común que se te contó y se te contará después fuera de casa, con la cual tienes que lidiar para hacer de todo ese chilaquil algo concreto y individualidad, a ti mismo, para sumar tu propio sello a una historia de la que eres sólo un eslabón y que trasmitirás a tu propios pequeños demonios que te gritaran que preferirían  no tener padre, cuando la edad de la estupidez  les aconseje que no sólo descubren el mundo, sino que lo están inventando. Entonces les dirás como yo, sentándote a su lado y poniendo tu garra sobre su cabeza: "escúchame hijo mío..." esperando pacientemente que entiendan antes que su vida se vuelva estiércol y  no trasmita más que pena a los que nos precederán. Por la sangre, los títulos y las ventajas del físico no te deberás preocupar, porque son también estiércol en manos de imbéciles. Ve a Peña Nieto.

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