domingo, 20 de diciembre de 2015

TRIBUNA PARA REFLEXIONAR
Por J. Ventura Torres

Es lamentable observar el descontento de la ciudadanía, cuando hipócritamente divulgan públicamente como los tres poderes de nuestro  sistema de gobierno se asignan los desorbitantes aguinaldos, saliendo a relucir el abuso de autoridad, la pre potencia de su reprobable conducta y la falta de civilidad con la ciudadanía al demostrar descaradamente la diferencia entre los aguinaldos de la clase trabajadora y los servidores públicos que se roban mañosamente y de alguna forma el  dinero del pueblo.
   El pueblo está llegando al completo hartazgo. La mayoría de los gobernantes están excitando a la ciudadanía a una nueva revolución, para terminar con esta farsa y aparente democracia,  que se presta al engaño y a la mentira, y a que cualquier gobernante haga lo que le viene en gana con el manejo de los bienes, mintiendo y aplicando una serie de argumentos  para hacer valer  a su manera las leyes y reglamentos para explotar a las personas con multas anticonstitucionales, que para lo único que sirven es para generar mayor corrupción.
    Con el comportamiento de los que de alguna manera nos gobiernan, y con la aptitud del autoritarismo y que nada más su chicharrón truena, nos da a pensar que son ellos los que ocupan una evaluación que valore si estas personas son capaces de gobernar y puedan apegarse a cumplir los ordenamientos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y se puede terminar con estos gobernantes, la hipocresía con la que actúan  y así mismo que tengan capacidad para comprometerse a escuchar las inquietudes de su pueblo para que con talento y eficacia usen el cerebro buscando y solucionando lo que les demandan la ciudadanía  para poder vivir en paz, en nuestro país.
   Es un verdadero ridículo que hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos, actúan como la carabina de Ambrosio a los 4 o 5 años por lo regular giran recomendaciones a los gobernantes, cuando en muchas ocasiones ya terminaron hasta su mandato, todo esto nos da a pensar que el sistema de gobierno que tenemos es una dictadura perfecta, mismo que ya fue rebasada la de Porfirio Díaz, por estos traidores a la patria y corruptos del sistema oficial. Basta llegar al poder como gobernante, para olvidar sus promesas.
   Pasarse por el arco del triunfo la disposición Constitucionales, con la complacencia del Supremo Tribunal de Justicia, y la  Comisión Nacional de los derechos Humanos, pareciera que esta vendado y amordazado no alcanza a ver el actuar del  sistema gubernativo que para todo actúan con abuso de autoridad y pre potencia., y que además no escuchan ni le hacen caso a la gente, porque ellos son los que mandan.    
    Pero haciendo un resumen de todas las  observaciones del actuar de Los gobernantes en general son los generadores de la extrema pobreza y de la delincuencia en nuestro país.
   No obstante  todos los que de alguna manera llegan a gobernar, estos se convierten en los verdugos de la sociedad, después de que la ciudadanía les concedió el poder por medio  siempre de la cuestionada votación.    

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