Semanario Horizontes

 Datos históricos del Templo de San Lucas

Reportaje de Investigación de  Rodrigo Sánchez Sosa, Cronista de Sayula 

Uno de los barrios más antiguos de la ciudad es sin duda el de san Lucas, fue por este barrio que se ingresaba hasta el siglo XIX a Sayula, la calle principal entonces, no era Ávila Camacho como hoy, sino 5 de mayo; la gente que venía desde la capital del estado o la ciudad de México por el camino viejo a Amacueca antes parte del Camino Real de Colima en diligencias, vadeaba el arroyo por lo que hoy conocemos como el Puente de la Viguita, seguía por una calle pequeña que hoy existe entre Ramón Corno y 5 de mayo y llegaba a lo que entonces eran abrevaderos para las bestias de los carruajes, hoy la plazoleta de la pilita. Continuaban al sur sobre la calle citada 5 de mayo que a la altura de la hoy calle José Antonio Torres, casi frente a lo que hoy es la disco, los recibía el primer portal hoy desaparecido, de arquitectura colonial, En ese lugar como ya dijimos, hoy discoteca, se encontraba el mejor mesón de Sayula. La gente que iba de paso a Zapotlán o Colima continuaba por José Antonio Torres hasta el entronque con el callejón de la Cruz Blanca y frente a lo que hoy es la Puerta de los Delirios seguía por el camino a Zapotlán o el Real de Colima para abandonar Sayula; los que venían a esta población, buscaban un mesón o a sus anfitriones en la ciudad, para ello seguramente continuaban por 5 de mayo desde la esquina de José Antonio Torres, para encontrar le primer portal sobre la calle de 5 de mayo, frente al edificio que hoy ocupa BANAMEX antes propiedad de Paulino Preciado, Portal también desaparecido. El Parián no existía y la plaza principal tenía en medio una alameda donde hoy está el Parían con la plaza de armas de un lado y la de comercio del otro con un portal libertad de teja y madera.

El Barrio de san Lucas fue de gran importancia en el pasado de la ciudad por este motivo y porque tenía fronteras con el vecindario de la clase alta de Sayula, entonces: hoy las calles Escobedo y Porfirio Díaz y la calle que hoy conocemos como 5 de febrero, Silverio Núñez, Ramón Corona y 16 de septiembre.

Seguimos entonces con los datos de don Pedro Villalvazo López, sobre los templos y Capillas de Sayula, para conocer más de este barrió: 

"Convertidos los indios a la nueva religión (durante la colonia en 1546), comenzaron a construir capillas por diversos rumbos de Sayula, tomando casi siempre el barrio el nombre de la capilla en el ubicada, así se dividió la población en 7 barrios indígenas, cada uno con su Alcalde de naturales como sigue: Barrio del Espíritu Santo, cuya capilla estaba en la calle Venustiano Carranza frontera al Parque Infantil de San Miguel. Barrio del Sacramento quedaba la capilla en la tercera cuadra de la calle Juárez, hoy Jardín de Niños Manuel Ávila Camacho. Barrio de San Lucas con su capilla donde hoy se encuentra aunque humilde de pequeñas proporciones. Barrio de San Mateo, Capilla situada en la segunda cuadra de la calle Venustiano Carranza... Barrio de San Marcos, capilla en la esquina suroeste de las calles Santos Degollado y González Ortega donde hoy se encuentra la escuela primaria "Justo Sierra". Barrio de Adviento. Capilla rumbo al hoy conocido como de la Ascensión o de Belén. No existen indicios de esta capilla, la única de que se tiene noticia es la de Nuestra Señora de Belén en el ex-salón del mismo nombre que hasta hace años eran unos baños y hoy terrenos de siembre. Barrio de la Pasión, capilla ubicada antes de la Cruz Blanca por la Calzada Manuel Ávila Camacho Oriente…

(Los límites de la ciudad los marcaban cuatro pequeñas ermitas dedicadas a una cruz, algunas aún existentes. Según Andrés González (1879). Al norte delimitaba una cruz conocida hoy como "la cruz del cuarto", al final de la quinta cuadra de la calle Mariano Escobedo. Al sur "la cruz de Apango" sobre el terreno de la actual colonia La Aguacatera, conocido como "Los camechines"; al poniente "La cruz del cerrito" en la cima de loma del lado norte del hoy Santuario de Guadalupe; y al poniente la conocida como "Cruz blanca" casi al final de la avenida Ávila Camacho. Si la crónica de 1879 de González al respecto es correcta, y la ubicación de las cruces data del siglo xvi, se infiere que luego de terminar las 600 varas que delimitaban los solares y manzanas del trazo urbano del Sayula español, se contaron otras 600 varas para macar lo límites de la ciudad, colocando como era la costumbre, cruces en la intersección de caminos. La fundación de los pueblos consistía en hacer una capilla de adobe y una sacristía cubierta de paja o zacate, perforar un pozo de agua o traerla de un nacimiento… también se hacía un jacal grande para vivienda de los religiosos y enseñanza de la doctrina)…

(La capilla donde hoy se encuentra el templo de san Lucas)… fue de las primeras que se construyeron en la población (posiblemente en el siglo XVI, mas no su actual edificio), de reducidas dimensiones y humilde construcción que a través de los años sufrieron los rigores de los terremotos como el del 2 de mayo de 1868 que se vino abajo completamente tocándole su reconstrucción al Sr. Cura J. Guadalupe Mancilla, quien además la doto de imágenes, candelabros, ornamentos etc., su actual reconstrucción se inició en el mes de mayo de 1950 siendo el Párroco  el Sr. Cura Alfonso Millán Jaramillo y Capellán el Presbítero Juan Vargas Vázquez, procediendo a demoler la antigua capilla, los vecinos del barrio colaboraron en la medida de sus posibilidades, con trabajo, material de construcción o con efectivo.

El Templo actual tiene profundos cimientos de piedra y esta en el mismo lugar que el anterior, pero de dimensiones mas amplias, sus paredes de ladrillo tabique, el altar de bóveda de cuña al igual que sus anexos y el resto del templo es de bóveda de lozas de concreto su interior enjarrado con pintura vinílica y guardapolvo de aceite, su piso de ladrillo mosaico, consta de dos puertas laterales y la principal mirando al Oriente que da a la calle Ramón Corona, recientemente se delimitó su pequeño Atrio con enrejado de varilla de fierro. Al fallecer el padre Juanito todos los sucesores han continuado la obra de mejoramiento. Actualmente esta al cuidado y atención del Presbítero Rafael Ceja Aguilar.

Como continuación de la Capilla se construyó un campanario, desgraciadamente bastante mal comentado que en poco tiempo y antes de su terminación empezó a separarse del muro llegando a mas de 50 cms. Por lo que fueron bajadas sus 4 campanas y empezó su demolición, pues representaba serio peligro para las casas vecinas, de esto hace 14 años.

Indispensable y necesario era la construcción de un pequeño jardín que le diera vista a la Capilla y comodidad a los fieles, empresa difícil que se echo a cuestas un Patronato encabezado por el Sr. Francisco Javier Apodaca  auxiliado por personas como Enrique Vizcaíno, Gumersindo Vázquez y su hija Ma. Asunción, Hugo Rodríguez R. Crispín Cruz, Daniel López Aranda y otros más, comenzando por adquirir cuatro casas en la acera de enfrente. Llegando a la conclusión de este sueño hace 10 años, no debe quitarse el dedo del renglón sobre la construcción de un campanario. Los Patronatos integrados por personas entusiastas y altruistas siempre han existido y son indispensables para llevar a efecto obras de mejoramiento de interés común, otras tan solo son muy buenas para criticar, en la actualidad existe otro Patronato que lo encabeza el señor Enrique Estrada Pinto muy bien auxiliado entre otras personas por los señores Dr. Juan de Dios Victoria Camacho y Teodoro Barajas Aranda, que se han echado a cuestas los trabajos de un correcto afianzamiento y cimentación a la Capilla que provocara el reciente temblor, como quedó dicho la delimitación del Atrio con lámparas mercuriales, piso de mosaico, el proyecto de un salón anexo para Catequesis y otras más que se llevarán grandes recursos económicos." Pedro Villalvazo López.