lunes, 2 de mayo de 2022

 Jalisco está entre los estados en semáforo ROJO que se quedarían sin agua a corto plazo


Como se puede ver en el mapa de riesgo, Jalisco se encuentra entre los estados del país en riesgo inminente de quedarse sin agua a corto plazo (extremadamente alto), y como tal otros estados de la república que en condiciones iguales o peores, padecerán de la falta del vital líquido situación que se origina cuando la demanda de agua potable es más alta que la cantidad disponible.

En este contexto, cabría  reflexionar qué están haciendo no sólo las autoridades de todos los niveles, sino, la propia ciudadanía que hasta parece ver con indiferencia este enorme problema que no tiene comparación con ningún otro, habida cuenta que quedarse sin agua es el peor de los escenarios de desastre que podemos padecer.

Si valoramos el problema por lo que todos vemos en nuestro entorno, tal situación es bastante grave, tomando como ejemplos el desperdicio del agua, por doquier, en los cultivos con la sobre explotación de pozos por utilizar deficiente tecnologías de riego, otorgamiento de permisos de perforación de pozos bajo evidentes actos de corrupción, cuando la ley establece la distancia que deben tener los pozos que aquí y seguramente en muchas partes no se respeta.  Y si a ello agregamos que, en municipios como Sayula, estamos rodeados o invadidos de aguacateras, el panorama a un futuro cercano, tenderá a agravarse.

En las zonas urbanas, el desperdicio de agua es más que evidente, por no reparar las redes de distribución como debe ser, mismas que urgen de una cirugía mayor, obras que soslayan una y otra vez los gobiernos municipales por significar "obras que no se ven". Se tiene el cálculo señalado por especialistas que tan sólo en la red por efecto de fugas, se desperdicia al menos un tercio del vital líquido, sino es que mucho más y para ello sólo se realizan reparaciones menores.

Cuando observamos que, como ocurre en Sayula, un día aflora un socavón y el otro también, se tiene la certeza de que las redes de agua potable, algunas hasta con más de 80 años de antigüedad, requieren de un cambio inmediato a fondo y no sólo de tapar las fugas porque al otro día aparecerán muchas más tal y como hemos visto por todas las calles de la ciudad por años y años.

Y debe ser con políticas públicas como debemos todos unirnos en esa gran tarea de prevenir no quedarnos sin agua, con campañas de concientización que incluya el racionamiento y cuidado del agua por convicción ciudadana y exigir que las autoridades hagan su parte aportando los recursos para reparar las redes d distribución. Y subrayamos "por convicción" porque no resulta extraño ver en estos días, a personas que aún riegan la calle pavimentada y lavan sus cocheras con el chorro de la manguera. 

Como igual ocurre con al cambio climático, que afecta a todo el mundo de manera global, peor o igual catástrofe será el quedarnos sin agua potable para el consumo humano. No pocos analistas a nivel internacional, predicen con evidente exactitud, que si todo sigue igual, las futuras guerras en los países, ya no será por la posesión del petróleo, sino por el agua. Porque podremos vivir sin el petróleo o sin el oro o la plata, pero jamás sin agua. 


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