Semanario Horizontes

Ganó Rivas ó la democracia del miedo.
Por: Rodrigo Sánchez Sosa.
Una apuesta de los partidos políticos en estás elecciones fue explotar la paranoia colectiva que ha desatado la ineptitud, corrupción e impunidad de los distintos niveles de gobierno; el exponencial crecimiento de las actividades del crimen organizado, que se valen de un corrupto sistema de impartición y procuración de justicia, pese a la supuesta guerra que el gobierno federal a declarado a este. Y por último el deterioro de la calidad de vida de la ciudadanía debido a la confluencia ilegal de estos dos actores más la cúpula empresarial aunado a un mal manejo de la economía nacional con una tendencia obsesiva por la dependencia. En pocas palabras somos un país secuestrado por una mafia que nos tiene aterrados, esto lo saben los partidos políticos en campaña y sus asesores, y lo explotan. La peor decisión que puede uno tomar es la que motiva el miedo. Un voto así inducido no puede más que derivar en una democracia del miedo. Votamos no en base a nuestras necesidades y conveniencias colectivas, sino por la incertidumbre que genera el miedo, el deseo de una normalidad a cualquier costo. Finalmente esto deriva lógicamente en un autoritarismo mesiánico y una hegemonía del discurso conservador que, lejos de resolver el problema, nos estanca en nuestro proceso evolutivo como sociedad. Ganó Rivas. El miedo, la incertidumbre que este generó con un gobierno municipal que no supo jamás como gobernar y menos hacer política, se dejó intimidar y provoco la intimidación de todos, esto claro con un ayudadita de un súper asesor especialista en guerra sucia, que hizo circular el rumor un día ates del domingo 5 de julio, de que Amílcar Morales, el más cercano contendiente a la aplanadora Rivas, era narco; hasta los niños en la calle repetían el chisme mal intencionado: "Amílcar es narco". Todo esto beneficia por lógica a un solo personaje de todos los que buscaban la silla de primer edil en Sayula, Rivas. Para mi nunca fue un misterio quién ganaría las elecciones municipales aún antes que Rivas se decidiera, y pese a las encuestas balines, durante toda la campaña siempre supe que ganaría Rivas Peña (nótese que no digo el PRD, porque sin Rivas tendrían poca oportunidad). El miedo que sentimos en Sayula, es el mismo que se siente en todo el país, necesitamos buenos gobernantes y estamos dispuestos hasta aceptar anti valores, sacrificar los principios democráticos que niega el autoritarismo. Lo mismos a nivel federal, seguramente el PRI, el viejo PRI tendrá un repunte en las preferencias. Los mexicanos sabemos que el autoritarismo es malo pero, sabe gobernar. Lamentablemente, nuestro proceso democrático está en retroceso. Lo más honesto en esta contienda fue la propuesta del voto nulo. Ganó Rivas, ojalá no hayamos perdido todos, porque el estancamiento que representa el mismo, ¿o los mismos?, por tercera ocasión, habla de una pésima clase política local, un nulo avance en la democracia en el municipio, un estancamiento. ¿Así sí gana la gente?.