lunes, 6 de julio de 2009


Y vuelve la burra al trigo

Por Rodrigo Carrión Grajeda

Acompañado de una fresca mañana con el sol a medio salir, caprichoso de asomase completamente como no queriendo saber nada de los acontecimientos que en este importante dia sucederían dentro del plano político local principalmente, me dirigí puntualmente a mi cita como cada tres años lo hago en que nuestra vendita democracia nos llama a cumplir con un compromiso que tenemos con el país y con nosotros mismos: votar para elegir a nuestros futuros gobernantes.
Los funcionarios de casilla en la sección que siempre me toca sufragar desde hace mas de 25 años, ya preparados y entusiastas la mayoría jóvenes que primera vez fungen como tal, inmediatamente me atendieron, mostrando la eficiente capacidad que recibieron de parte del IF, pues no tardé ni cinco minutos en realizar todo el tramite. Que diferencia cuando miramos sangre nueva y sin la malicia de los indeseables mapaches de antes que se involucraban malamente en asuntos de política que requieren de toda la legalidad posible. (Felicidades muchachos de mi sección)
En cuanto al temor propagado de que la sociedad cansada de que su voto fuera burlado nuevamente y no fuera a votar, resulte una falsa alarma ya que en todas las casillas instaladas en todo el municipio por lo regular miramos concurrencia normal como en otras votaciones. El resultado real del abstencionismo natural lo tendremos al final de la jornada y les aseguro será muy poco los votos nulos.
Y como todo lo que empieza tiene que acabar, a las seis de la tarde las diferentes casillas cerraron puntualmente continuando a su contabilidad. O sorpresa para los otros partidos, el PRD por tercera vez gana la presidencia municipal de una manera holgada como las dos anteriores veces, y lo mas sorprendente con el mismo candidato Samuel Rivas Peña, por algo será. No cabe duda que dentro de la política mexicana, los políticos hacen cosas buenas y malas. Lo que no pueden hacer los políticos es que la gente vote como ellos quisieran, lo digo porque a pesar de que durante las campañas hubo derroche de recursos económicos de parte de algunos partidos, sus supuestos seguidores no les respondieron al final.
Más sin embargo, de las derrotas también se aprenden. Momentos de reflexión para quien gusta de participar en el juego político, ya que mientras mas división sigamos provocando entre la sociedad apoyando tanto partido político que continuamente traen a nuestro municipio, mas serán los desilusionados al final de las votaciones como en esta ocasión.
En fin, palo dado ni Dios lo quita. Esperemos que para la próxima nuestro políticos locales que busquen la presidencia municipal tengan camino recorrido ante la escamosa sociedad Sayulense que ya ven no es tan fácil de engañar como en otros tiempos lo hicieron políticos embaucadores los cuales al final sin ningún consideración han defraudado su confianza. En esta ocasión vuelve a ganar un candidato por tercera vez y con el mismo partido, y no creo que haya sido por su cara bonita. Las dos anteriores veces plasmo su sello personal para la historia del municipio Sayulense basado tal y como dijera en esta ocasión en su lema de campaña: honestidad y trabajo.

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