sábado, 12 de junio de 2010


  La Carreta y los Bueyes.....

Por Rodrigo Sánchez Sosa

El Carretero…

Y finalmente sucedió, cual presagio de Nostradamus o profecía Maya: El México que conocí, desapareció. Hola a todos los amables lectores que seguramente no pasan de cinco. Esta columna se encuentra en la más profunda consternación, dados los últimos acontecimientos en el país, estado y municipio. Aquellos de mis poquísimos lectores fieles, tendrán en la memoria el atisbo de algunos comentarios que aludían a los tiempos presentes. Premonitoriamente, sin que este servidor entienda bien cómo, mis especulaciones del futuro hechas en un pasado reciente, sobre lo que nos esperaba hoy, resultaron fatalmente ciertas. El país, estado y municipio es todo lo que imagine en mis peores pesadillas, hace tan poco que, resulta incomodo y dolorosamente frustrante (normalmente el visionario no sobrevive al cumplimiento de sus visiones). Hoy imposibilitado para expresar abiertamente lo que siento, pienso y veo de la realidad inmediata, dado lo peligroso que resulta hacerlo, el caso me empuja a darle la espalda a un mundo absurdamente grotesco. ¿Cobardía?, no, los héroes solo tienen sentido cuando existe una causa medianamente noble, que defender, y vagamente esperanzadora. Lamentablemente, no es el caso. Ciertamente hay causas nobles en medio de toda esta barbarie, pero ante la presente realidad, y dada su pequeñez frente al monstruo, son imposibles o, en el mejor de los casos, coartadas de la maldad para imponer la antítesis de las mismas. Un día, no muy lejano, despertamos y todo había cambiado, la sangre casi nos salpicaba la ropa y el miedo se podía tocar mientras flotaba en el aire. No pretendo asustar a nadie, asustados ya estamos…  
Sayula, la falsa Utopía…
Corrían los años ochentas del siglo pasado, Sayula era un municipio con ansia de industrialización, como muchos en el país. Cual protectorado medieval, los años posteriores a la revolución de 1910, distintos militares y terratenientes, habían manejado a su capricho el destino de la señorial ex Provincia de Avalos. Nos movimos en la historia del estado como dentro de los escritos de nuestro paisano Rulfo: del "Diles que no me maten" al "Pedro Páramo", siempre atorados en "Luvina". Bajo la bota de una familia poderosa que aquí sentó sus reales y la protección militar, dada la estratégica ubicación del municipio y los no pocos militares de alto rango originarios del municipio, producto de años de influencia del poder militar (Lázaro Cárdenas y Ávila Camacho, por mencionar algunos) en la comunidad civil. Para entonces, el principio de los años ochenta, el concepto mediático-político: "Crimen organizado" no existía; crisis, corrupción y devaluación eran comunes, pero los negocios ilegales que hoy acaparan los titulares de los medios, junto con toda la parafernalia casi teatral de brutalidad que los afirman con el trauma que se acentúa en el tanatos colectivo, eran desconocidos. Los casos para entonces, eran casi exóticos en la opinión pública local. No fue sino hasta la cobertura mediática del caso Camarena Salazar, agente de la DEA desaparecido, y luego todo el amarillismo alrededor del famosos Caro Quintero, sus excesos y declaraciones (como la de pagar la deuda externa nacional en un año), que para la gente común en el municipio tomó sentido ese mundo del glamur negro que escucharan y vieran en películas de los "Tigres del norte", en el Edén. Antes de todo esto, las esperanzas de hacer del municipio un bastión del progreso, aprovechando nuestras conexiones con altas figuras de la política nacional, eran reales. Los niños jugaban en las calles del municipio, sin mayor riesgo, la gente ganaba poco, pero soñaba con esas fábricas que vendrían a ofertar mejores sueldos y condiciones laborales dignas. Los estudiantes creían que habría un futuro si estudiaban o que lo que hacían los capacitaba para encajar mejor en el mundo que vendría. El "norte" era una opción real y muy rentable, para la clase trabajadora. A mitad de los ochenta, las jitomateras llegaron al municipio y las perspectivas crecieron. Gobernaba el PRI en el municipio, el estado y la república. Nadie imaginaba lo que nos esperaba. Lugo de lo que estamos viviendo, ¿qué hay de extraño que la gente extrañe al PRI? La gente necesita de Utopías, aunque sean falsas; hoy, no tenemos ni eso…
¿"El poder de la vergüenza" o "El poder me da vergüenza" ?...
Para el Faraón Samuelrivas III, su grandeza es medida en sus magnas Obras: El boulevard Juan Rulfo, el asfalto del camino a Usmajac, los andadores, las fuentes bailadoras de san sebas, la re-re-modelación del jardín de San Mike, la remodelación del jardín del santuario, la carretera (inconclusa) a Tapalpa, el libramiento a San Gabriel, el equipamiento del cuerpo de policías (Motos, trimotos, bicicletas, patrullas cuatro por cuatro, caballos, perros y águilas incluidas), el edificio que nadie sabe para qué sirve detrás del santuario, las canchas de fut rápido, tenis, básquet y voleibol playero (que por cierto a nadie prestaba), y hoy, no faltaba más, luego que su regidor favorito despilfarrara el dinero público en el pasado carnaval, más de un millón de pesos (para no desentonar con la ostentación de su jefe), resulta que el divino hijo de Ra, planea que sus esclavos construyamos para gloria suya: tres albercas olímpicas, un terreno para el tianguis y la central de camiones (¿con cuánto se irán a mochar los tiangueros y los camioneros? ¿O será costillas de Juan Pueblo?); ¡Ah!, y faltaba más, nuevas patrullas para la policía, todo esto con un monto de varios milloncitos nuestros (diría el formato). ¿Estarán dormidos los regidores de oposición o qué?, solo hace falta ver las anteriores obras del Faraón, en qué condiciones están. De buena fuente sé, y lo voy a investigar, que hay negocio entre por lo menos uno de los regidores de oposición y toda la vanidad de su divinidad Samuelrivas III, de varios milloncitos. Que bonito representante nos agenciamos. Bueno, ¿y nos vamos a quedar así nomás, viendo?, yo propongo que la ciudadanía contra pongamos al programa chafa ese de, literalmente payasos: "El poder de la vergüenza" del ayuntamiento, el ciudadano: "El poder me da Vergüenza", para lo cual iniciemos regalando un pulgar de desaprobación al secretario del ayuntamiento que quiere chiflar y comer pinole al mismo tiempo en el caso de "Caja de Agua" y como periodista, porque no se puede ser juez y parte al hacer esta labor. Lo mismo a las obras de Samuel, a medias, deterioradas o inconclusas, pidamos un paro a los hermanos grafiteros del municipio, para que nos dibujen un pulgar señalando al averno en las obras faraónicas aquí reseñadas, que consideren que merecen la recriminación del pueblo. Y como no, por las perdidas del carnaval, el programa ciudadano "El poder me da vergüenza" le otorgan el dedo del oprobio al regidor Mauricio Munguía. Veremos cuántos más pide el respetable por internet, para obras o funcionarios que nos dan pena ajena, ¿no? Esperamos su colaboración. ¿Estamos? Sale pues, ahí se ven…
PD
La mascara de la muerte roja, dice: "the time is short, don´t let me down…"

1 comentario:

  1. que manchadas de este dictador que poco le importa las nesecidades del pueblo, ya que siento que lo unico que busca es el veneficio propio al querer hacer obras y mas obras de relumbron y a que le tira el "Porfirio Rivas" a ganarse una comision, por cada obra que asigne a cierta constructora y asi poder robar mas dinero y que segun el no roba por disque tiene verguenza, pero para mi tiene convenencia.

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