viernes, 16 de marzo de 2012


Otro gasolinazo
El sábado anterior –10 de marzo– el precio de las gasolinas y el diesel llegó a su máximo histórico. La de mayor consumo, Magna, cuesta ahora 10 pesos el litro; la Premium, 10.74, y el diesel, 10.36. En función del poder de compra de los mexicanos, quizá son los combustibles más caros del mundo. Un ejemplo. En San Francisco, California, el salario mínimo es de 10 dólares por hora. Es el sueldo más bajo, el de las personas que lavan platos o limpian los pisos. Con 56 dólares llenan el tanque de un automóvil compacto con capacidad de 14 galones, que en estos días cuesta un promedio de 4 dólares el galón. En México, en cambio, una persona de salario mínimo necesita trabajar nueve días para llenar el tanque de un automóvil con la misma capacidad. La diferencia es abismal. Por otro lado, el elevado precio de los combustibles sólo es una parte del complejo problema de los energéticos. La mitad de la gasolina que consumimos es importada, porque no se ha construido una sola refinería desde hace muchos años. (La que está proyectada en Tula va a paso de tortuga.) Curiosamente, ha habido dinero de sobra para levantar no una, sino cuatro o cinco plantas. Sin embargo, hay poderosos intereses que se oponen. La razón –o sinrazón– es que comprarla en el extranjero es un magnífico negocio, en primer lugar para las refinerías, pero también para funcionarios e intermediarios que participan. Adicionalmente son excelentes negocios la transportación y la distribución.
Acuerdo pripánico
Pero hay otros anexos. Una parte de lo que pagamos por cada litro que consumimos va a dar a manos de los gobernadores y los presidentes municipales de todos los partidos políticos. Los gasolinazos iban a concluir la Navidad pasada, sin embargo el presidente Calderón propuso que continuaran por tres años más y la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, en vez de defender a los consumidores que pagamos sus altísimos sueldos, aprobó la iniciativa, con el voto de los priístas y panistas. Y también aprobaron que cada gasolinazo, en vez de 4 centavos cada mes como fue hasta el año pasado, subiera a 9 centavos.

Gasolina, comparación entre México y Venezuela
Calderón prometió cuando era candidato no subir la gasolina. Mintió. Al llegar a la Presidencia en 2006 la gasolina costaba 6.74 pesos. En 2012 la Magna ya llegó a 10 pesos. Se importa 50 por ciento de la gasolina desde Estados Unidos en vez de producirla en México. El gobierno tiene dinero para mandar 8 mil millones de dólares al FMI para rescatar Europa, pero no para construir refinerías y ser autosuficientes en gasolina. Su política es a favor de las corporaciones extranjeras (ya acordó Calderón la explotación conjunta de yacimientos de petróleo en el Golfo de México con EU) y totalmente contraria a los intereses del pueblo y de la Nación.
Nada más para comparar, 40 litros de gasolina Magna cuestan hoy en México 400 pesos;  Venezuela 40 litros cuestan 3.9 bolívares, el equivalente a 7 pesos mexicanos. Cuatrocientos contra siete... ¡revelador ! (Pablo Moctezuma Barragán). A los integrantes de la derecha en México que tanto les fascina criticar a Chávez y a Castro, ahí les dejamos este precio de la gasolina, lo que cuesta en Venezuela con Hugo Chávez y lo que cuesta en México con Calderón a ver que pueden contestar. Seguramente presumirán de la «democracia» de la cual gozamos. Ja ja



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