sábado, 17 de octubre de 2015

        LAPOLITICA DESDE GAYOLA
POR RODRIGO SANCHES SOSA

Grosero y prepotente el actuar de la policía
El lunes pasado 12 de octubre, me dirigí a la presidencia municipal para pedir datos sobre un homenaje que la liga municipal de fútbol de  polillas y el ayuntamiento hicieran el pasado sábado, al destacado futbolista sayulense "Beto" Amaya por su impresionante trayectoria. Olvidando completamente que era un día feriado para la burocracia estatal, ingresé al edificio por la puerta de la comandancia de policía. Mi error, de forma poco cortés y hasta agresiva, un elemento de seguridad pública municipal me preguntó a donde iba, le dije que iba a comunicación social por unos datos, a las oficinas en la segunda planta. El gendarme me dijo, con el mismo tono golpeado y amenazante, que no había nadie en las oficinas ese día, y prácticamente me corrió de ¡un edificio público! Le di las gracias y me fui (Lo cortés no quita lo valiente, dice el dicho) Era un policía joven pero nada amable, sino fuera por el uniforme podría asegurar que sus modos parecían más a los del ejercito que los de un elemento preventivo de la policía entrenado y pagado para tratar con civiles ¿Qué delito es entrar a un edificio público, aún si no hay servicio, no es  ni falta administrativa, ni mucho menos?  El edificio de la presidencia municipal está hecho para eso, para atender a la ciudadanía, es una grosería y una prepotencia intolerable que sea tratado así el ciudadano, como si entrara a un lugar prohibido o restringido ¿en base a qué se toma esta actitud por parte de los elementos de seguridad pública contra el ciudadano? ¿Es una política de seguridad pública del presidente municipal Jorge Campos? Y si es así ¿qué bases legales tiene para ello? Porque esto no puede sino ser calificado de abuso de autoridad, prepotencia y ejercicio indebido de la función pública. No se me aburra, querido lector, no es este un deshago personal, sino una preocupación ¿Qué nos espera a los ciudadanos los próximos tres años con una policía prepotente que no siente ningún respeto por el ciudadano común? Que no me salga el presidente municipal, principal responsable de la seguridad pública, con que es por cuestión de seguridad ¿qué esperan, un atentado, la fuga de presos del la cárcel municipal con ayuda de exterior? Nada de eso, sus policías son groseros y prepotentes con el ciudadano, punto. Ahora, si son elementos del ejército haciendo las funciones de policías, si la razón del hecho es pasar desapercibidos, lo hacen muy mal. Y si no estaba enterado Señor Campos, pues ahí lo tiene. Me llama la atención, que en los nombres de los actuales funcionarios al frente de las dependencias municipales, que se hicieron llegar a los medios, con motivo de la toma de protesta del actual ayuntamiento, no aparezca el encargado de seguridad pública, ni el director de comunicación social ¿Qué pasó, por un error no aparecieron sus nombres o qué? A la gente de Sayula, le advierto, con años en esto, no le gusta la policía represora, y al señor Rivas cuando decidió en uno de sus mandatos endurecer las políticas de seguridad con elementos que comenzaron a abusar de la ciudadanía, se le armó una marcha de protesta cuando la gente se cansó allá por 2005. Señor Campos, se entiende que las labores de seguridad lo trasciendan por el contexto nacional que vivimos de violencia; pero, mientras la ley marcial no sea declarada, el actuar de los policías que acose, criminalice y violente al ciudadano común, sigue siendo no solo una violación a los derechos humanos, sino un crimen, la ley dice muy claramente "Nadie, si leyó bien, nadie; podrá ser molestado en su persona ni sus pertenencias sino es por la orden de un juez competente" infringir lo anterior es un delito, sin importar lo que diga el reglamento de policía y buen gobierno o las estrategias contra el crimen organizado, o las " personas notables"  de Sayula; nada más y nada menos porque lo anterior es un articulo de la Constitución que no ha sido derogado, por lo tanto cualquier otra opinión que la contradiga no solo es invalido sino un delito. Si éste gobierno municipal nos va a ver, y es mi preocupación, a todos los  ciudadanos de Sayula como sospechosos, como presuntos culpables, de entrada, comenzó muy mal este ayuntamiento. Debo confesar a mi propio pesar, pues esperaba otra cosa, que la actual administración inició con una opacidad que raya en lo oscuro: magro, con pocas declaraciones, sin oficina de comunicación social y con gente que a decir de muchos ciudadanos no debería estar atendiendo una oficina allí, menos cuando infringe él mismo el reglamento de la oficina que dirige. Subordinados y ciudadanos que han tenido la desgracia de tramitar permisos municipales con cierto funcionario que luego daré  conocer el nombre tras corroborar los dichos de mis fuentes, nos cuentan que al ser atendidos por éste, reciben una buena cara y el ofrecimiento de ayuda, asesoría y cooperación por parte del citado sujeto; pero, una vez que salen, éste cínicamente se burla de ellos con su subordinados e insulta al ciudadano cobardemente a sus espaldas ¿Qué tipo de persona es esta, porqué se le mantiene en su puesto, es posible que Campos no sepa nada? Por lo demás, el carecer de una oficina de comunicación social, no sólo hace antidemocrático el flujo de información, porque está sólo le es dada directamente a los medios afines con el ayuntamiento, sino que atenta contra la diversidad de opinión y libre flujo de la información pública, otro derecho constitucional  ¿Mientras lo demás qué? ¿Tendremos a caso que rogar por ella? No soy de lo que opina que Rivas mueve los hilos del poder desde su casa, pero, comienzo a creer que las formas están siendo copiadas de éste señor, que si bien para él funcionaban, porque eran formas personales asociadas a su carácter y no reglamentos, ni leyes, mucho menos fórmulas para el éxito;  lo más seguro es  que la fórmula sólo le traiga problemas al actual ayuntamiento. Por lo pronto, puedo asegurar, por experiencia personal, que los señores policías se conducen de forma grosera y prepotente con el ciudadano, y eso, definitivamente no es buen síntoma. Empezamos mal. Cuéntenos usted, amigo lector,  su experiencia con los servidores públicos de éste ayuntamiento, tenga por seguro que aquí aparecerá oportunamente, sin comprometer su nombre, lo que nos cuente; por supuesto, previamente investigada y ratificada la denuncia por nosotros. Muchas Gracias.

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