jueves, 1 de julio de 2010


  La Carreta y los Bueyes...

Por Rodrigo Sánchez Sosa

EL Carretero…

Hola a todos los lectores. Resulta hasta cierto punto cruel insistir en la derrota de la selección mexicana, a estas fechas, de sobra comentada. Sin embargo, sirva la misma para que comprendamos el grado de enajenación al que estamos sometidos por una infra estructura mediática manipulada por el poder fáctico y el poder político en México. Esto también, por su puesto, se ha comentado en los medios más críticos del país. No hace falta grandes elucubraciones para darse cuenta que las grandes empresas, dueñas del mercado nacional, como bimbo, grupo modelo, coca cola, lala y los monopolios televisivos, inflaron las expectativas con respecto al equipo mexicano en el mundial reciente. Independientemente de las razones, objetivas o no, que se puedan argumentar para explicarnos el papel real del futbol mexicano y la ilusión creada por los intereses comerciales que finalmente, como se sabe, tuvieron ganancias directas, según medios nacionales, por 900 millones de pesos; tenemos que aceptar que, el destino de México no depende de su nivel profesional de futbol, sino de la responsabilidad que como ciudadanos tenemos frente al tiempo histórico que enfrentamos. Normalmente creemos que la historia es algo que ya pasó, situaciones excepcionales que vive gente excepcional, cuyas consecuencias definen el destino de un país. La verdad es que, la historia la construimos todos día a día, así mismo definimos el destino de nuestra patria con nuestras actitudes frente a las situaciones que se presentan, más cuando en tiempos como estos urgen un cambio radical, un replanteamiento de nuestra realidad como nación. La historia en el mundo nos muestra, porque nuestra situación no es inédita, lo que podría esperarnos de persistir en las mayorías la irresponsabilidad cómplice y la inmoral apatía. Lamentablemente el destino de los pueblos con esas características indeseables, está en la historia documentado como sangriento, seguido de un estancamiento marcado por la división y el fratricidio. Los miserables privilegios que las mayorías tratan de proteger con su apatía e indiferencia frente a la responsabilidad histórica de estos tiempos, no quedarán ni como sombra en el México violento que se perfila. Solo los grandes poderes, económicos y políticos, preservaran su estatus quo hasta el final de cualquier eventualidad de este tipo; y más, los poderosos asegurarán esos privilegios en el exilio por generaciones. Mientras de los mezquinos y pequeños intereses, de los que dependiera alguna vez un mejor destino para este México postrado, no quedará piedra sobre piedra. Y como el becerro de oro no salvará a Israel del castigo por su indolencia, el futbol no redimirá a un pueblo abatido por su propia mediocridad, ni con once "chicharitos"…
El agua, nuestra mina de oro en el municipio…
Es a estas alturas es lugar común adjudicarle el agua en un futuro inmediato el valor que hoy y el pasado siglo tuviese el petróleo. El agua dulce y no contaminada en el planeta escasea y con ella las tierras fértiles. De ahí pues su indiscutible valor. Nuestra posición privilegiada como municipio, nos dota de un recurso envidiable: el agua. Así como ciudades enteras en el país florecieran gracias al auge petrolero, la importancia de este recurso, el agua, en un futuro, podría ser el detonante económico para el municipio. Si las circunstancias políticas, económicas y la violencia, lo permiten. Aún así, el recurso ahí está, y será explotado por quien se lo adjudique justa o injustamente. La infraestructura que alrededor de esto se montará, afectará nuestra vida como municipio definitivamente, para bien o para mal. Si no es que ya lo hace de unos años a la fecha, sin que lo notemos. El pasado fin de semana, el semanario tzaulán, cabeceaba en su primera plana: "Cien millones de pesos se invertirán en el municipio", dicha cantidad, nada despreciable, es apenas el inicio. La nota aclara a su interior, que dicha inversión es del sector privado, con participación importante de capital local. No es una inversión federal ni estatal, es el sector privado invirtiendo en la empresa más rentable de la región, la agricultura, lo que implica las reservas de agua del subsuelo. Por su puesto que la participación del gobierno se contempla en los apoyos de programas de estimulo a este tipo de producción, perola inversión importante es privada. Esto no quedará ahí, las técnicas de producción actuales comparadas con las de finales de los ochentas cuando llegaron las jitomateras al municipio, han evolucionado, lo que predice una explotación de los recursos por las agroindustrias, superior al que se hizo en el pasado; por supuesto un mayor monto en la ganancia. La capacidad para explotar eficientemente el recurso natural han cambiado desde que llegó la agroindustria a Sayula, pero, las relaciones de producción, la distribución de la riqueza generada y las leyes que protejan tanto estos recursos como a los trabajadores, no han sido actualizadas, por lo que de nuevo los mismos de siempre, una minoría, se quedarán con la riqueza que se pudiese producir, mientras la mayoría de los habitantes del municipio se tendrán que conformar con migajas. ¿Habría que recordar que, según nuestras leyes, los recursos naturales de la nación son de propiedad común? Ciertamente el capital invertido podrá ser privado pero, los recurso naturales no lo son. El florecimiento de ciudades como esta que poseen un tesoro natural tan codiciado, depende de clarificar lo anterior; la comparación con ciudades que se beneficiaron del auge petrolero en los setenta, fue posible gracias a que el carácter de la producción y explotación de dicho recurso estaba normado por leyes claras, dado que el petróleo era plenamente reconocido como un recurso del la nación; para tal caso el agua y la tenencia de la tierra, como recursos naturales, no se contemplan hoy así, no hay leyes definitivas y rigurosas al respecto desde la modificación de la constitución por el salinismo neoliberal. Por lo cual el detonante económico para la región podría quedar en un saqueo impune de los recursos de la misma en beneficio de trasnacionales y capitalistas locales. Uno se pregunta: ¿en el cabildo se reflexiona al respecto o como en una junta de administración de una compañía privada se discuten solamente los intereses particulares y los negocios que se pueden hacer en torno a esto? O ¿simplemente se ignora por incapacidad de unos y disimulo de otros que así protegen sus intereses ilegítimos? Lo que sea que pase allí, pocas veces tiene que ver con el interés real de las mayorías a las que representan. Sigamos pues sentados en nuestra minita de oro, hasta que venga alguien y nos demande por estar sentados en propiedad privada…
Sayula Bar & Grill, la paradoja de Rivas…
Esto pasa cuando nuestra preparación nos limita y no aceptamos ayuda, ni opiniones ajenas mucho menos contrarias. En Sayula la restricción en el horario de giros que venden alcohol (Bares y discotecas), paradójicamente, ha convertido a Sayula en una gran cantina después de las once de la noche, particularmente los fines de semana. Todo el municipio es cantina. La gente se orina en las esquinas, frente al las casas; los automóviles con sonidos estridentes pasan haciendo vibrar los cristales de las ventanas de gente que a esa hora duerme; los escándalos en la esquina o la casa de lado en cuya banqueta se puso a tomar el vecino, aparecen y desaparecen como acto de magia cuando la policía se presenta o retira del lugar; patrullas y elementos son insuficientes para resguardar la mega cantina de Rivas, con todo lo que ello implica, sobre todo en riesgos para los parranderos; finalmente se convierte en una oportunidad para que la policía, siempre tan atenta en estos casos, practique el abuso de autoridad y su pobre criterio para aplicar el reglamento municipal. Mejor ahí se ven, si termino en el bote el sábado, ya saben por qué…
PD "Ningún hombre ha pecado tanto que merezca morir dos veces…" Magdalena a Jesús cuando éste pretende resucitar a Lázaro,"El evangelio según Jesucristo"; Saramago. 



 

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