jueves, 1 de julio de 2010


La tierra de los fantasmas

Lizeth Sevilla
“Los Infieles”
De sobra sabes que eres la primera, 
que no miento, si juro que daría, por ti la vida entera, por ti la vida entera, y sin embargo, un rato cada día, ya vez, 
te engañaría con cualquiera, te cambiaria por cualquiera.

Joaquín Sabina


Pocas veces leo revistas comerciales cuyo contenido sean recetas para mantener un cutis sano y un cuerpo de maniquí… pero aquella noche en el café, no llevaba nada para leer y sólo estaba aquél texto en papel couche… mientras daba vuelta a las páginas sin que nada me detuviera, vi un titulo que llamó mi atención: "Mujer soltera busca hombre casado infiel"… Con exactitud, no recuerdo el nombre, pero llamó mi atención y lo que al principio parecía un simple anuncio de una mujer con intereses extraños, se tornó en un interesante reportaje cuyo contenido vagaba en investigar, porqué los hombres practican la infidelidad. La reportera, realizó un experimento en el que subió este membrete al internet, teniendo respuesta inmediata de diferentes tipos de hombres, todos con un común denominador: Ser infieles. Naturalmente la mujer que escribía el artículo, proyectaba algún aspecto de su vida, citaba a los hombres en cafés o bares y les cuestionaba sus actos, queriendo encontrar la variable exacta de porqué se utiliza la ley del movimiento de un modo distorsionado. 
Lo cierto es, que el tema ha sido discutido por todas las personas y vivido por un gran porcentaje, muchos nos interesamos en descubrir la formula exacta no sólo para evitar esta conducta que socialmente hemos tachado aberrante, sino, buscar las causas, delimitar quienes y en qué momento comenzaran a practicar la infidelidad, esto, para evitar una cosa: que la relación sucumba en la desgana. Afortunadamente sólo se tienen hipótesis. Algunos expertos refieren que los infieles viven inmersos en un vacío existencial, no cubrieron sus necesidades maternales y andan en busca de la mujer perfecta, la que se parezca mas a la madre o a la persona que nos cuidó en la infancia (la lógica cambia para mujeres), otros dicen que es una proyección de la inseguridad que se tiene, de la falta de estabilidad emocional, sin embargo, todo esto, aunque aporta al tema, forma parte al final de una verdad ineludible: la falta de caricias, tiempo, emociones fuertes, sexo, dialogo, tiene que tener algún efecto en algún momento de una relación. Muchas personas, por miedo, cobardía o prudencia prefieren no romper un vinculo y armar rápidamente otro… otras rompen y siguen adelante… no hay verdades absolutas y las manifestaciones siempre serán diferentes. La infidelidad infaliblemente es cuestión de semántica práctica… de conceptos y complejos… de análisis y verborrea… 
Y no podía vivir sin el…¡Con qué dolor se entenebreció mi corazón!
Cuanto miraba era muerte para mí, y cuanto había comunicado con él, se me volvía sin el crudelísimo suplicio…
Y llegué a odiar todas las cosas, porque no le tenían… me había hecho a mi mismo un gran lío y preguntaba a mi alma porqué estaba triste y me conturbaba tanto y no sabía qué responderme.
San Agustín.



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