viernes, 16 de diciembre de 2011


A Fondo 
Por Hugo Rodrìguez Vàzquez
La derecha (el PAN) contra las Normales, desde hace años
El crimen perpetrado contra dos estudiantes de una normal en el estado de Guerrero, no es un simple hecho de sangre, fortuito, o un acto de barbarie policiaca, que lo es en sí, sino una continuación sistemática de ataque frontal contra la educación normalista que forma una política de estado, principalmente desde que los gobiernos panistas se han hecho del poder en México.
Más allá de lo que aparenta ser, atrás de esta tragedia se esconde el verdadero perfil de esta agresión contra estudiantes normalistas que no es otro que : la privatización de la educación, uno de los sueños panistas, de la iniciativa privada además de adueñarse del petróleo.
Porque no resulta creíble que por accidente o una simple ineptitud los policías ministeriales de Guerrero sacaran a relucir las armas nomás por una ocurrencia propia, es más que claro que las órdenes que les dieron sus superiores fue de un ataque total a los estudiantes que sirviera como una especie de escarmiento para futuras manifestaciones.
EL deslinde que de dichos hechos trágicos hace el gobernador de esa entidad no es sino una cortina de humo para tratar de lavarse las manos que se le han empapado de sangre y que le seguirá como un estigma para lo que le resta de su mandato, si es que lo llega a terminar o si los guerrenses se lo permiten.
Cuando era gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez, se recordará, se empezaron a dar los primeros golpes a la Normal de Ciudad Guzmán, que por algún tiempo se declaró en huelga por éstos y otros ataques a dicha escuela de educación normalista.
Y es que, para los panistas, la derecha pues en México, la educación popular, las escuelas y universidades públicas para todos los mexicanos, no forma parte de sus estrategias político-educativas, su sueño dorado y para lo que vienen trabajando desde toda la vida, es ver a toda la educación  privatizada, como empresa de alto rendimiento, y si fuera posible con todo y educación religiosa. No es por otra cosa que al paso de los últimos años, se sigan regateando criminalmente los recursos para las universidades públicas y en cambio se dediquen estrategias y más recursos del erario público para las instituciones privadas.
 Un claro ejemplo de lo anterior lo tenemos aquí mismo en Jalisco con nuestro etílico gobernador quien ha sido señalado por entregar recursos a instituciones privadas y eclesiásticas como se sabe, en tanto regatea más recursos a la Universidad de Guadalajara que con todo y la mafia padillista que la controla, de cualquier manera se le deben de otorgar  todos los recursos que se requieren para que disminuya el número de rechazados que cada año aumentan en sus escuelas y facultades.
Asi que, amigo lector,  la lectura de esta tragedia de los muchachos normalistas, hay  que leerla en su  real dimensión y no como pretenden ocultarla.

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