viernes, 11 de marzo de 2016

La guerra de las vírgenes

                    Por Federico González Alfaro

La pregunta que cada año en el mes de Diciembre me hace mi padre, es la siguiente:
¿Cómo va la guerra de las vírgenes en Sayula?
Mi respuesta es siempre la misma, tres a uno ganando la del santuario. Ambos, reímos porque conocemos el origen de esta "guerra".
Como saben, mi padre es un liberal de origen español, nadie mejor que el, para describirnos, porque y cuando surgió esta competencia:
Desde la segunda mitad del siglo XVI, comenzó a gestarse una rivalidad, en el plano religioso, en el político y el económico entre los españoles peninsulares por un lado y los criollos, mestizos e indígenas  por el otro.
La Corona española, estaba consciente que le era humanamente imposible tener el completo control de tan vasto reino. Estaba consciente, que uno de los dos grupos, o ambos,  podían adquirir tanto poder, para atreverse a desafiar a la misma Corona. Para que esto no sucediera, se tenía que crear una rivalidad entre ambos grupos, para, que conforme ambos avanzaran, se cerraran ellos mismos, sus caminos por su lucha por el poder y por las instituciones.
El grupo de los criollos, mestizos e indígenas, comenzaron a crear una incipiente, pero creciente identidad nacional y un arraigo por el terruño gracias, entre otras causas, a las vírgenes autóctonas, creadas y administradas por los frailes franciscanos. Fray Antonio de Segovia y Fray Miguel de Bolonia, mandaron hacer en Michoacán una serie de vírgenes de pasta de maíz, las cuales fueron distribuidas estratégicamente en la Nueva Galicia. La virgen de Zapopan, la de San Juan de los Lagos, la de Talpa, la de Santa Anita, la de la Defensa y la virgen de Guadalupe, son vírgenes franciscanas, administradas, la gran mayoría de ellas, hasta la fecha, por esa misma orden religiosa.
El credo secular, al no tener la misma visión que la orden franciscana, se dedico a administrar vírgenes y santos europeos. De alguna forma, se debían de mantener vivos los lazos con Madrid y el Vaticano. Para crearles devoción, se valieron de leyendas y juramentos, eficaces a nivel de barrio, o en el mejor de los casos a nivel local, pero muy débiles de formar una identidad colectiva  nacional. Sus santos y vírgenes no tuvieron el empuje suficiente ni para forjar una identidad regional.
Sayula, no fue ajena a esta lucha intestina por el poder económico, político y religioso. Los franciscanos, siendo los primeros en haber llegado a la región para evangelizar, no estaban dispuestos a ser desplazados ni por el clero secular, ni por cualquier otra orden religiosa. Difícilmente, el clero secular en Sayula con sus vírgenes y santos europeos, por más leyendas, juramentos e imposiciones, podrían jamás, ni remotamente, competir con la virgen autóctona administrada por la orden franciscana.
Así, que seguirán pasando años y mientras que los mismos instrumentos de antaño, utilizados para dividir a una sociedad como la religión, política, dinero, cultura, raza, orientación sexual sean importantes para algunos, aunque ya no para un buen número de jóvenes, la respuesta a la pregunta de mi padre será siempre la misma.
Tres a uno ganando los símbolos, tradiciones, costumbres con identidad a las importaciones,  modas, tendencias o imposiciones.

1 comentario:

  1. Tu Padre de origen Español? Que no era militar Mexicano?

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