lunes, 10 de agosto de 2009


Y vuelve la burra al trigo
Por Rodrigo Carrión Grajeda
De un tiempo a la fecha, el delito de tomar lo ajeno esta tomando dimensiones preocupantes en nuestra sociedad al grado de que ya nadie escapa de que se le pierda algo. En los potreros se robar los trasformadores de luz y otros implementos para el riego agrícola continuamente. Los negocios son saqueados por vándalos destrozando las cerraduras y candados sin que la autoridad los detecte a tiempo. El robo de autos que solo se miraba en las grandes capitales anteriormente ya lo tenemos en casa. Ay quien se dedica de manera profesional ha dicho ilícito cometiendo violaciones de grandes magnitudes impunemente ante los ojos de autoridades corruptas sin ni siquiera pisar una delegación policíaca, mucho menos la cárcel. Otros individuos quienes cometen delitos menores son quienes los pagan en las cárceles por no contar con amigos influyentes o dinero para corromper autoridades. Todo por no saber hacer otra cosa, o por la necesidad de conseguir dinero para comprar droga a la que son muchos de ellos adictos, hacen de esta actividad parte de su vida no importando que continuamente vivan dentro de los penales. Así es su vida y así quieren vivir, a ya ellos.
Mas sin embargo otras personas sin tener ninguna de las necesidades anteriores, mucho menos dedicarse profesionalmente al delito del robo, en la actualidad están siendo arrastradas irremediablemente por la actual situación económica que impera en nuestro país. (la ocasión hace al ladrón) Pues quizás, quien al no contar con un trabajo seguro y mirando las múltiples necesidades de alimento o medicina en su hogar se miran tentados a arriesgarse con tal de conseguir lo necesario para salir adelante de sus problemas, no pensando que están entrando a otro peor pudiendo por ello caer en la cárcel por mucho tiempo.
La noticia mas reciente en nuestro municipio de Sayula es la detención de siete personas que las autoridades federales detuvo in fraganti en una bodega a la entrada de la delegación de Usmajac descargando al parecer aparatos eléctricos de dudosa procedencia. Lo sorprendente del caso que todas las personas detenidas, al menos las que conozco personalmente de tiempo, son personas honorables que nada tienen qué ver con la delincuencia. Lo mas seguro que fueron engañados por alguien, invitándolos a tal trabajo que pone en riesgo su libertad temporalmente. Esperemos pues que las autoridades a las que compete este tipo de delito investigue a fondo deslindando así responsabilidades, pues no es justo que siempre paguen justos por pecadores gracias a la corrupción que por desgracia se da y mucho en nuestro país.

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