Semanario Horizontes

La Hoja Pa'loquiar

Por Jose Luis Santana Avalos

Un día sin celular ¿sueño o una oportunidad?

Esta llegando una propuesta a nuestros correos electrónicos de protestar en contra de lo que parece ser la ultima mamada de los que nos tienen bajo su control, (empresarios y gobierno) pues según lo que ahí nos informan es que ahora cobraran mas de lo que cobran en un minuto de llamada a celular, por las llamadas perdidas… que poca madre de las telefónicas todas y el gobierno su cómplice, pues le da la razón a las telefónicas, por eso la banda anda alocada y proponiendo un día sin celular entre los días 6, 7 y 8 de noviembre, algunos dicen que eso no sirve de nada, otros aseguran que así se puede ir cambiando las cosas; yo creo que es un buen ejercicio de aprendizaje para unirnos a cambiar las cosas, a proponer a cualquier acaparador, explotador o político que ya nos duele el lomo de todo lo que nos joden. Tal vez sea duro dejar de estar cotorreando con el compa, o de platicar con el conejo o coneja, como estar contando los últimos chismes, estar checando a la mujer, o traer a la hija bien encabronada por estar preguntando donde anda, cada 15minutos, pero tal vez la propuesta valga la pena.
Bueno, la sugerencia es dejar de usar el teléfono, apagándolo el mayor tiempo posible los días viernes 6, sábado 7 y domingo 8 de noviembre; y tal vez con esa acción logremos enterarnos lo divertido que es unirnos a otros con un solo objetivo y que podemos hacer una fuerza capaz de promover el bienestar de los ciudadanos a partir del compromiso por el bien común y la solidaridad. 
Por lo pronto les comparto la propuesta y si me buscan desde el viernes por mi cel, sin respuesta no se extrañen o piensen que no traigo saldo, es porque ando en la protesta. 
Salud para tod@s hasta para los que creen que cualquier acción social es una pérdida de tiempo, como protestar por la violencia institucionalizada en un pueblo sin ley donde no pasa nada. Y el poli Magaña asegura que él es la Ley en este pueblo mugroso; palabras más, palabras menos dichas por sujeto de marras, por el sur de la ciudad.
La pregunta estúpida de la semana al señor Arturo Fernández: ¿podrá el presidente electo controlar al policía municipal Magaña? Pues el asegura que no hay mas ley ni jefe que él… sabe!!!
¡Ya nos cargó la.....
Por: José Luis Santana Avalos
Parecía que las cosas habían mejorado en conejo Sayula, pues en esa mañana todo se veía diferente, la calle seguía igual que siempre: con sus clásicos desniveles por la ausencia de empedrado, pero ahí estaba el paisaje que ya tenia acostumbrado a Conejomán, el pinche perro de doña pelos, estaba rascándose las orejas tal vez arto de las mendigas pulgas, tres casas adelante bajo el naranjo como siempre se veía a don Saturnino, solo, con la esperanza de ver llegar a su hijo. Pero no llegaría, el morro en el ultimo jale en el que se había enganchado, con unos batos, lo llevó hasta el bario de lomas taurinas de Tijuas y, en una de esas balaceras había quedado, no alcanzo a entregar el paquete que ahí recibirían, ni regresar con la camioneta que quería comprar con el baro de ese jale, pa llevar a su jefe al rancho donde había nacido. La mañana se veía casi normal, el camión del aseo público seguía con su recorrido dejando los botes de basura a media calle, a los trabajadores del aseo ni siquiera les preocupaba, que los miraran dejar con desprecio un maldito bote de basura, pues ellos mismos ¿a quien les importaban? solo la gente se daba cuenta de su existencia cuando no pasaban en tres días, era la única manera de que alguien los extrañara. Conejomán seguía pensativo, las últimas noticias no se separaban de su mente y sabia que su obsesión compulsiva se salía de control cuando sabia de corrupción y en estos momentos todos los medios daban cuenta de cosas extrañas y aseguraban muy turbias, en el h. ayuntamiento y todo el pueblo, pero ni que hacer, la banda andaba preocupada por otros asuntos irrelevantes como que el trabajo estaba escaso y los salarios muy jodidos. 
Se quiere alejar de sus pensamientos y se dirige a su cuarto a escuchar el radio. Sintoniza en La Mejor 600 de AM en el momento en que Carmen Aristegui da la noticia que los diputados y cenadores aprueban los nuevos impuestos. El conejo que todas quieren se queda atónito mirando al radio como queriendo protestar ante la mala noticia, y después de quedarse como ido un buen rato, solo atinó a decir: "¡Ya nos cargó la chingada!
Un saludo para los diputados y senadores de dos patas…