jueves, 24 de junio de 2010

¿TRANSGÉNICOS?, NO, ¡GRACIAS!
Por: Ángel Arturo Cisneros Paniagua
En días pasados un colaborador de un periódico local de Sayula, publicaba en su aporte algo muy importante sobre el mundo de los transgénicos, que aunque ya el Grupo Ecologista paChamaMa en coordinación con el grupo local de Greenpeace Guadalajara, otras ONG's de Jalisco y la nación, veníamos promoviendo el conocer lo que son realmente estos alimentos y cuáles son los perjuicios que nos traería como país 100% consumidor de maíz. 
Las empresas Monsanto, DuPont (propietaria de Pioneer Hi-Bred) y Dow que varias de ellas tienen presencia en esta región Sur de Jalisco (hago constar que no hay nada personal contra compañeros de profesión que con mucho entusiasmo se ganan el pan de cada día trabajando para estas empresas), a fines del año pasado festejaron con mucho júbilo la autorización de la siembra experimental de maíz transgénico en campos mexicanos, después de 10 años de moratoria. Ahora en 2010, sin tener resultados de los supuestos experimentos, el gobierno mexicano, aceptó otra veintena de solicitudes de las mismas trasnacionales, a las cuales se sumó Syngenta. Aunque actualmente están en consulta pública, es un eufemismo más, ya que las demandas y opiniones críticas son ignoradas.
Para el gobierno es lo mismo si los experimentos demuestran lo que las demandas y opiniones críticas reclaman, porque de todas maneras ellos han arreglado en lo oscurito los resultados y no darán marcha atrás sus planes entreguistas del campo mexicano. Los resultados simplemente presentarán lo que ellos han decidido que se demuestre aunque sean ilegítimos. Lo que ellos quieren con las aparentes consultas es que se formalice y legalice la aprobación de los transgénicos sin ensuciar su imagen ante la opinión pública. Pronto veremos "un show mediático diciendo que comprobaron que el maíz transgénico produce más, las plagas no sobreviven, y nada se ha contaminado" como lo augura la investigadora Silvia Ribeiro. Lo cual es una gran mentira, según esta ampliamente documentado en cientos de investigaciones alrededor del mundo. 
Los productores que ya fueron timados en otros países saben que plantando transgénicos no se aumenta la producción sino que por el contrario disminuye tus posibilidades de mejorar, la semilla cuesta hasta 35% más cara y como es una patente, o sea sus genes tienen dueño, los vecinos de parcelas alrededor que inevitablemente se contaminarán, serán demandados como en otros países, por usar semillas patentadas que no pagaron a estas empresas. 
Por lo menos en 170 países las siembras de transgénicos no están autorizadas por obvias razones. La verdadera razón de porqué los campesinos en Estados Unidos y los otros pocos países las plantan, no es porque les vaya mejor en las cosechas, si no que así como está entrando ahora en México la empresa Monsanto y algunas otras de las cinco trasnacionales monopolizadoras de semillas, así entraron en aquellos países controlando los gobiernos con corruptelas y arreglos políticos llenos de conflictos de intereses. Así que como los campesinos sin haberlo previsto, se han ido deshaciendo o ya lo hicieron de sus semillas nativas o criollas, resulta que ya no hay más opción más que comprar las que ellos te ofrezcan. Porque serán las únicas en el mercado. Y si le agregamos que estas semillas transgénicas son desechables (solo se pueden sembrar una sola vez, ya que las cosechadas serán estériles) para que pagues una y otra vez cada temporada. Su propósito es ese mismo, que en México, se de la misma situación. Pero en nuestro país la situación es más grave. México es el centro de origen del maíz y este cultivo es la raíz de la economía y autonomía de la mayoría (si no es que de todas) de las culturas milenarias existentes en Mesoamérica. El maíz es el elemento más abundante en la dieta de los mexicanos, por lo que los impactos que esto puede traer a la salud nacional serán mucho mayores que en ningún otro lado, aún mayores que en Argentina con la soya o soja. Los argumentos de los que nos oponemos a los maíces transgénicos son numerosos, diversos y sólidos. Y somos una vasta mayoría de la población del país que nos oponemos a su liberación, desde campesinos y pequeños productores, hasta ingenieros agrónomos, científicos, intelectuales y hasta artistas.
Sin embargo no debe usted estimado lector, creer a la primera lo que le comunico, lo invito a que haga una búsqueda electrónica para ver quién está detrás de los transgénicos, defendiéndolos a capa y espada. Todos empezando por los altos funcionarios de SAGARPA, a través de sus revistas de Claridades Agropecuarias, Teorema Ambiental, etc. También se encuentran presentes en este circo las universidades más importantes de agricultura, con sus honrosas excepciones y profesores opositores que al haber telarañas poderosas de corrupción, prácticamente nada o poco pueden hacer. 
"Todos reciben o han recibido dinero y favores de éstas empresas, sean académicos, directivos de organizaciones de agricultura industrial, funcionarios o asesores que están en la maquinaria de la bio(in)seguridad en México, incluido el propio secretario ejecutivo de la comisión de bioseguridad (Cibiogem)" concluyó la investigadora Ribeiro en su artículo de la Jornada del 19 de junio de este año. Estas empresas presentan la cara de corderos, pero detrás de esas máscaras se encuentran los feroces intereses de someter más a nuestro pueblo al esclavismo agronómico trasnacional.
La siembra de estos maíces transgénicos es una imposición del gobierno, contra los intereses del propio país y es completamente a favor solo de unas pocas empresas. Este gobierno ni siquiera puede acatarse al cumplimiento de las leyes que ellos mismos crearon en cuestión de bioseguridad, ni esperan a que concluyan las farsas de los experimentos resultando positivos o no. Se protegen en el estado de shock mental que tiene el presidente con su sangrienta guerra contra "el narco". Con tantas formas de violencia a las que ya nos tienen acostumbrados, una más qué más da. 
"Muy por el contrario, la Red en Defensa del Maíz, integrada por cientos de comunidades indígenas y campesinas, en conjunto con la Vía Campesina y la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales denunciaron en marzo pasado esta farsa, asentaron que el maíz transgénico en Mesoamérica es un crimen de lesa humanidad, que las trasnacionales y el gobierno quieren pisotear 10 mil años de historia colectiva y que su meta es robarnos el futuro a todos y todas. Están construyendo un caso colectivo para denunciar este crimen en tribunales internacionales, pero sobre todo, seguirán ejerciendo la defensa territorial del maíz, desde las asambleas, comunidades y organizaciones, informando los riesgos, conservando e intercambiando sus semillas, no dejando plantar maíz de programas de gobierno. La violencia impuesta existe y crece, pero también la experiencia de más de 500 años de resistencia." Silvia Ribeiro. Investiga estimado lector, no veas lo que te trato de decir como un simple chisme más de pueblo. Esto es muy serio y pone en peligro a nuestra soberanía nacional. Esto podría ser tan grave como cuando se aprobó el TLC con Salinas de Gortari o cuando este mismo "orejón" modificó las leyes para que los extranjeros pudieran apropiarse de las tierras, que con tanta sangre derramada se habían recuperado hace ya casi 100 años. O qué vamos a celebrar en el bicentenario y centenario de nuestra Patria, si estamos peor que hace 100 y 200 años. Para más información visita http://www.sinmaiznohaypais.org/ o http://www.endefensadelmaiz.org/ .
 

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