Semanario Horizontes

La Mano del Metate

Por Hugo Rodríguez Vázquez

Castigo a grafiteros debería ser el servicio comunitario

Tal y como se lleva a cabo en otros municipios, o al menos se ha estado proponiendo, se debería plantear en el seno del ayuntamiento, la sanción a los grafiteros que se vería bien fuera de trabajo y servicio comunitario, así mismo comprometer a los padres de familia a que respalden esta y otras medidas para terminar o al menos aminorar esta plaga de grafiti que ya afecta a gran parte de la ciudad. Los regidores deberían igualmente contemplar sanciones más severas a los negocios que vendan pinturas en aerosol ya que ellos bien que saben a quiénes las venden. Pero, sin duda, la mayor responsabilidad acerca de este problema sigue siendo de los propios padres de familia, habida cuenta que ellos mismos saben perfectamente que sus hijos andan de grafiteros porque resulta inadmisible que no se den cuenta en qué utilizan los aerosoles que traen en sus ropas. Los paterfamilias deben saber que el grafiti, si bien es una expresión de protesta existencial de los jóvenes, después la impunidad los llevará a cometer otros delitos de mayor cuantía, y muchas veces los remedios llegarán demasiado tarde.
Que paguen por su irresponsabilidad

A lo mejor estoy equivocado y ya me corregirá nuestro compañero y amigo Arturo Fernández, a saber, abogado y Secretario General del Ayuntamiento, pero es posible que los ciudadanos conductores de vehículos pueden solicitar reparación del daño que sufran sus automores cuando éstos sean ocasionados por el mal estado de la vialidad, basándose en lo que a su letra señala la Ley de Responsabilid Patrimonial del Estado de Jalisco y sus Municipios. Tarda el juicio, se menciona, pero se obliga a que el Estado pague los daños a los usuarios que al transitar por las calles o carreteras los baches averían sus vehículos. Y no digo por las averías, que sería lo de menos, sino el peligro latente y muchas veces mortal en que se convierten los caminos con las carreteras o calles en esas condiciones. Ya ve usted, al borracho que tenemos como gobernador, tiene las peores carreteras del país, se niega a repararlas, pero eso si, ya quiere hacer una Vía Express. Además de loco, es un cínico, sin duda.

Lector cuestiona transparencia de Melate
Pienso sinceramente que, si nadie en este país puede detener los aumentos constantes a la gasolina, que se presentan al ciudadano, incluso en la prensa, como un designio de voluntades inaccesibles e inmanejables como los huracanes, los milagros o los castigos divinos, al menos podríamos exigir una mayor transparencia del Melate, esperanza abusadora de ciudadanos comunes como yo.
Con el pretexto de proteger la identidad de los ganadores, el manejo de tantos cientos de millones de pesos ha quedado en la penumbra y es difícil creer que en este país tan dado a la corrupción ese dinero llegue limpiamente a quien el azar designe.
Además es un juego sumamente antidemocrático en el que generalmente la diferencia entre el número ganador (seis aciertos) y los que le siguen (cinco, cuatro, tres, dos) es inaceptable. Yo creo que si estos juegos “de azar” son para beneficiar a la gente común, debería pensarse en una mejor distribución de los premios. Si hay una bolsa acumulada de 500 millones, por ejemplo, alcanza para que una gran cantidad de gente reciba más que 300 o mil pesos, mientras que un alguien desconocido (por lo menos para el público) se lleve 400 millones de pesos. Algo no huele muy fresco en estos jueguitos.
(Sicóloga Rosario Anaya García).
En nuestra propia cara talan los bosques
Cuántos de estos camiones se encuentra usted amigo lector circulando por las carreteras a todas horas del día y TODOS los días sin descanso alguno..?. Se da ustec cuenta de la cantidad de árboles talados que lleva cada camión de éstos como el de la foto...?. Y si contamos los de todo un mes, y los que talan en todo un año...?. Imagínese el daño ecológico que se consuma en nuestras propias narices sin que nadie hagamos algo al menos por impedir tal depredación de nuestro entorno. Y luego nos quejamos por las temperaturas que se extreman cada vez más, pues cómo no, si precisamente los árboles desempeñan una funciòn reguladora del clima.