jueves, 22 de diciembre de 2011

Peligrosa reforma aprueban diputados del PAN y PRI que atentan contra el Estado Laico


De la lectoría y la República del Ave María: ¿Cuál es el riesgo para la laicidad, tanto del Estado como de la educación? Al desaparecer el tercer párrafo del artículo 24 constitucional desaparece la sujeción del culto público fuera de los templos a una ley reglamentaria; en otras palabras, queda sin regulación la práctica pública de la religión y se deja a la libre interpretación y aplicación la nueva norma constitucional. Se observa en la modificación un vacío al no delimitarse los espacios públicos en que podrían efectuarse los cultos con ese carácter; se sobrentiende que la práctica abarcaría cualquier espacio público. Por lo consiguiente, la reforma al artículo atenta contra la laicidad del Estado y de la educación que imparta el Estado, además que atenta contra los derechos y libertades de terceros, lo cual contraviene los documentos internacionales acerca de derechos humanos, pues queda abierta la posibilidad de realización de cultos públicos en lugares donde la convivencia secular laica garantiza la libertad de credos, conciencia y religión. El riesgo latente y muy probable de provocar desatinos a la población se puede ejemplificar con los siguientes casos supuestos: en lugar de llevar a los egresados de primaria al templo para su acostumbrada misa, se intentaría llevar la misa al patio de la escuela. Esto es grave para los niños de otros credos, pues si ahora tranquilamente no van a la misa quienes no quieren asistir, dependiendo de las interpretaciones y aplicaciones que den en las escuelas, ahora tendrían que asistir como los Testigos de Jehová tienen que hacerlo (obligadamente) a los honores a la bandera, porque podría darse el caso que inmediatamente viniera la entrega de documentación (acto académico) u otro tipo de presiones. Otros posibles escenarios en el mismo espacio serían: misa por el fallecimiento de un maestro, por el de un compañero de clases, rezos en el patio de la escuela o en las aulas antes de iniciar las actividades escolares, como se hace en las escuelas particulares patrocinadas por el clero o por asociaciones religiosas. En fin, una proliferación de actos religiosos vinculados a la vida pública, en espacios públicos, donde la laicidad favorece una convivencia equitativa y pacífica de toda la sociedad, sin importar creencia religiosa. Esto es preocupante, sumamente preocupante, pues, insisto, se afectan derechos y libertades de terceros, y con eso se contraría el mismo espíritu de los documentos sobre derechos humanos suscritos a nivel mundial

No hay comentarios:

Publicar un comentario