jueves, 12 de julio de 2012

Temas de Interés
Por Arturo Fernández Ramírez
Saldos de la ruptura de Enrique Alfaro con el PRD

Cuando se rompió la coalición entre el PRD, PT, MC y AC, que primeramente habían postulado como candidato común a gobernador a Enrique Alfaro, se formaron dos grupos, uno liderado por Alfaro, respaldado por su Asociación, el PT y MC, y el otro grupo encabezado únicamente por el PRD.
Ambas partes (PRD y Enrique Alfaro) fijaron su postura. Por un lado Alfaro manifestó que no necesitaba del PRD para ganar la gubernatura de Jalisco y que además, el PRD necesitaba de él para conservar su registro, porque sin su apoyo no obtendría los votos suficientes para tales fines.
Por su parte, el PRD reconoció que aunque si bien no podrían ganar la gubernatura con un candidato diferente a Alfaro, sí serían capaces de conservar el registro, por lo que no necesitaban a Enrique Alfaro para que el PRD mantuviera su voto duro en Jalisco.
Fue así como Enrique Alfaro se postuló como candidato bajo las siglas de MC, dejando a un lado al PT al ya no existir la posibilidad jurídica de registrar una nueva alianza entre esos dos institutos políticos.
Y el PRD registró como su candidato a Fernando Garza, cuya trayectoria la tenía en Acción Nacional y su principal capital político en la zona metropolitana de Guadalajara al haber sido precisamente Presidente Municipal de dicha ciudad.
Ahora, con los resultados oficiales, con los números que arrojó la elección para gobernador el pasado 1° de julio, creo que definitivamente quienes perdieron fueron Alfaro, Jalisco y en menor grado el PRD.
En efecto, Alfaro perdió la elección con 4 puntos porcentuales frente a Aristóteles, pero resulta que el PRD como tal obtuvo ni más ni menos que alrededor del 4%. (3.4% para ser exactos).
Lo anterior significa que si sumamos los votos de MC y del PRD, prácticamente igualan a los del PRI-PVEM.
Pero todos sabemos que una alianza tiene un mayor impacto político y por ese simple hecho se logran obtener más votos. La división, quiérase o no, desgasta, proyecta una mala imagen y ahuyenta a los votantes.
Y si a lo anterior le agregamos el hecho de que el PT (al no haber registrado candidato a Gobernador, ya que fue así como apoyó a Alfaro para no dividir más la votación) no apareció en las boletas para elegir a Gobernador, por lo que no se pudo contabilizar ni sumar ningún voto del PT a favor de Alfaro.
Me explico, a diferencia de anteriores procesos electorales, en esta ocasión aún cuando hubo alianzas y coaliciones, cada partido político estuvo obligado a participar de manera activa en las campañas porque los votos se verían reflejados de manera individual en las boletas electorales.
Es decir, en este proceso electoral no se votó por un solo logotipo que incluyera a los dos o tres partidos en alianza, sino que aparecieron en las boletas todos los partidos en contienda. Y ya al momento del escrutinio y cómputo se contabilizaban primero los votos de cada partido para después sumar a favor del candidato los votos de los partidos coaligados.
Con estas nuevas reglas cada partido aún cuando fuera en alianza tenía que salir a buscar sus votos para lograr conservar su registro, ya que las reglas no fueron como antes de que desde el momento mismo en que se firmaba la alianza se le garantizaba ya el porcentaje mínimo para mantener su registro.
Por esa razón, si bien el PT decidió apoyar a Enrique Alfaro no registrando candidato a gobernador para evitar quizá la división del voto, el caso es que el hecho de haberse roto la coalición entre el PRD, PT, MC y AC, también trajo como consecuencia que el voto duro del PT no se viera reflejado de manera palpable a favor de Alfaro.
Es por ello que el principal perjudicado fue Alfaro porque, aunque el hubiera no existe, pero los números nos dicen que de haberse cuidado la coalición, Enrique Alfaro sí hubiera ganado la gubernatura de Jalisco.
Pero con ese resultado, también pierde Jalisco porque se permitió el retorno del PRI, impidiendo así la llegada de un gobierno de izquierda como otros Estados de la República lo han tenido con muy buenos resultados.
Y en cuanto al PRD es el que menos pierde. Primero porque conservó su registro estatal, que era su principal objetivo. Y en segundo lugar, conservó las dos diputaciones que tradicionalmente ha detentado. Pero perdió porque se le fue la oportunidad de tener un mayor número de diputados, de haber mostrado un mayor crecimiento como partido.
En conclusión y como en su momento lo anticipamos, a nadie, salvo al PRI, favoreció la división de las izquierdas en Jalisco. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com

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