jueves, 18 de septiembre de 2014

¿Por qué nos estamos quedando sin agua en Sayula?

Por Federico González Alfaro
El uso de las aguas subterráneas exige tener en cuenta, como en el caso de Sayula, entender que estamos ubicados en un lugar con precipitaciones escasas, que tenemos entre 30 y 50 días de lluvia al año distribuidas en tres meses. Que los acuíferos se van cargando muy lentamente y si se siguen consumiendo al ritmo actual, excesivamente rápido, se agotaran.
Cuando se sobre-explota sin control alguno el agua como en Sayula, se empieza primero, a agotar al acuífero superficial.  En Sayula, por siglos, fue aprovechado este acuífero, situado en los primeros 200 metros de profundidad. Cuando se perforaron estos pozos, existía una franja de terreno permeable saturada de agua por donde circulaba la misma. El nivel estático, es el nivel donde se estabiliza el agua de un pozo profundo en reposo estando en contacto con el aire y, por lo tanto, a presión atmosférica. Hace 50 años, Sayula era tan rica en agua, que había lugares donde la presión del acuífero era superior a la presión atmosférica y el agua salía sola, como manantial. Esos tiempos se fueron para no volver.
El día de hoy, tanto el nivel estático como el dinámico (nivel del agua con el pozo en estado de extracción) han bajado considerablemente. Se han abatido o se han visto en la necesidad de perforar al siguiente acuífero (intermedio) situado entre los 200 y 500 metros. A mayor profundidad, menor calidad del agua y mayor costo. Lo hacen porque los volúmenes de extracción son muy pobres. Les voy a mencionar varios casos reales a manera de ejemplos. Todos con distintas problemáticas. En Amacueca, los hermanos Duran cuentan con dos pozos profundos, hasta hace 5 años, extraían 8” de agua c/u, es decir 128 litros por segundo, el día de hoy, extraen solo 2” de agua, es decir 4 litros por segundo. En Sayula, Ernesto Fajardo, tiene, más bien tenía un pozo de 90 metros que perforo su señor padre y que duro en funcionamiento más de 40 años, en la actualidad se ha abatido, es tan poca el agua que puede extraer que ha detenido su aprovechamiento. En Usmajac, los hermanos Vizcaíno, al ir vaciándose el agua dulce y limpia de su acuífero, su agua se empezó a mezclar con sedimentos y aguas hediondas, clara señal que se encontraban  ya en el límite, tuvieron que perforar para buscar otro acuífero para volver a tener agua de calidad. En los terrenos de la laguna de Sayula, como el de Javier Valencia y los muchos vecinos de la misma zona, sus pozos experimentan una subsidencia regional (se hunden) producto de la sobre-explotación del agua subterránea por la agricultura intensiva, no de ellos, de todo el acuífero, es decir al disminuir el nivel del agua, el terreno es sometido a esfuerzos deformándose el mismo, los ademes se fracturan y los pozos se colapsan.
Estos casos no son los únicos,  todos los pozos han sufrido alguno de los tres eventos o ha tenido que bajar columnas de absorción como en mi caso, para esperar seguir teniendo el mismo volumen de extracción.  En algunas comunidades, antes de la sobre-explotación del acuífero, subsistían de los manantiales de agua que de sus montañas emanaban, hoy en día, solo el recuerdo les queda. Al menos la CNA me dijo que actuaría, en verdad eso espero.
Nada es para siempre, el agua menos.

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