(Solteros Parásitos II)
Jamás imaginé que los solteros parásitos fuesen a generar tanto interés.
Son un problema de salud pública. No solo en Sayula, encontramos solteros parásitos en todo México. Como un amable lector comenta: “Que curioso que mi lindo Sayula sea reconocido por sus cajetas, por sus cuchillos, por su gastronomía, por sus moscas y ahora por sus cotorrones”. Algo le deberán a Apolonio Aguilar que los tiene tan engreídos. Un lector siguiere hacerles una escultura junto al monumento del Ánima.
Nuestro Manuelito (personaje como ejemplo), no anda solo. Se junta con otros solterones parásitos, y/o con verdaderos jóvenes, generándose un verdadero cuadro de parasitismo. Como temen la soledad, los Manuelitos sayulones siempre se les ve en manada. Pero todos, absolutamente todos, no cubren o lo hacen de forma muy parcial sus responsabilidades.
En ocasiones es sano convivir de vez en cuando con personas más jóvenes, pero…. Manuelito debe entender que está invadiendo un espacio que YA NO LE PERTENECE. Que no es ni sano, ni correcto que los jóvenes tengan permanentemente a su lado a un “adolescente mayor”.
Los intereses, gustos y necesidades de un joven son muy distintos a los de un adulto. Se ve ridículo verlos expresarse y saludar como adolescentes. Más ridículas resultan sus conversaciones: Vino, “viejas” (sin ofender a las damas), futbol y juguetitos.
El porque Manuelito es así, tiene su explicación. Los Manuelitos son “niños” sobreprotegidos. La mami no entiende que su “pequeñito ya está viejo” por querer seguir disfrutando a su “hijito”. Esta actitud sobreprotectora tiene sus consecuencias. Si Manuelito decide casarse ó hacer “vida” común con una mujer en todo el sentido de la palabra. Es 99% seguro que se va a divorciar o lo van a dejar.
La vida está hecha de ciclos, hay tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo. Se llama CICLO NATURAL DE VIDA. La mami de Manuelito, no entiende tampoco su ciclo natural. A los 50, 60, 70, incluso 80 años, esta señora debería de estar disfrutando a su pareja, o a su vida en plenitud pero no puede hacerlo. Esta señora, debe adaptar su vida a las necesidades de Manuelito. Se preocupa si su “hijito” ya se tomo su lechita antes de ir a la cama, si tiene su ropita lavada, si esta “crudito”, si regreso o no a su casita, entre un sinfín de “problemitas” que cualquier persona de la edad de Manuelito resuelve sin necesidad de mami.
Quien no conoce verdaderas damas muy valiosas que pasaron por esa amarga experiencia de haber tenido a un Manuelito de compañero de vida. Ellas si tuvieron el valor de dejar a ese tipo de parásitos y no necesitaron de nadie para salir adelante. Si no queremos nosotros también tener un Manuelito en casa, debemos aprender a soltar la rienda a tiempo. Los hijos crecen y tienen que formar su propia familia. Quizá se equivoquen, quizá no, pero es normal, es el CICLO NATURAL DE VIDA.
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