Por Arturo Fernández Ramírez
INCONFORMIDAD CONTRA EL MANDO UNICO DE LA POLICIA
Sin lugar a dudas y como ya en más de una ocasión lo hemos precisado, uno de los principales proyectos del actual gobierno del estado fue el relativo a la seguridad pública y más concretamente el mando único de la policía.
La intención, por supuesto, era disminuir los altos índices de inseguridad que los jaliscienses vivimos desde hace ya varios años.
Sin embargo, a mitad del sexenio, plazo suficiente para que ya hubiera resultados palpables, resulta que de acuerdo a la percepción de la ciudadanía, de poco o nada ha contribuido a tales fines este cuerpo de seguridad pública.
En tal tesitura, el gobierno del estado debería analizar a profundidad la permanencia de este cuerpo de seguridad pública, ya que si por sus resultados dependiera su existiera, creo que debería haber modificaciones sustanciales a este modelo policiaco.
Aunado a lo anterior, también se debe considerar el nuevo panorama político que surgió a raíz de las elecciones pasadas en donde el partido en el poder perdió sus más grandes bastiones que hace apenas 3 años había recuperado, habiendo ahora perdido prácticamente toda la zona metropolitana de Guadalajara, con excepción de Tonalá.
Y es que el líder del partido ganador, Movimiento Ciudadano, ha fijado ya su postura en torno al mando único y simplemente pretende desincorporar del mando único a los municipios que a partir del próximo 1° de octubre serán gobernados por dicho instituto político. Esta decisión desde luego que es viable en base a la autonomía municipal que la Constitución Federal otorga a los municipios.
Ahora bien, si partimos del hecho de que el mando único se nutre de los policías que aporta cada municipio de acuerdo a su población (Sayula por ejemplo está apoyando con 7 elementos), entonces, es indudable que esta corporación policiaca estatal sufrirá un gran descalabro cuando los policías de todos esos municipios de Movimiento Ciudadano sean reincorporados a sus lugares de origen, a menos que el Estado se decida a cubrir su salario íntegro y no como ahora en que los municipios aportan una cantidad considerable y el resto el estado.
Enrique Alfaro dejó en claro que conformará una policía metropolitana, la cual, por el número de elementos que podría llegar a tener, será una fuerza que seguramente competirá contra el mando único, no solo en número sino seguramente también en estrategia y resultados.
Si a lo anterior agregamos el desgaste que a estas alturas tiene el mando único por el cúmulo de quejas que existen en su contra, lo más conveniente es que se realice una reestructura antes de que por su propio peso resulte inoperante, deficiente e ineficiente.
Por lo pronto, es claro que existe una gran inconformidad en contra del actuar de los elementos del mando único, por considerar que violan de manera sistemática los derechos humanos de los ciudadanos. Ojala se hiciera un replanteamiento en este modelo para que la ciudadanía no solo se sienta segura y protegida, sino que confíe de manera plena en los cuerpos de seguridad pública. Comentarios y sugerencias al correo electrónico arturferam@hotmail.com
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