sábado, 5 de septiembre de 2015

LA MANO DEL METATE
Por Hugo Rodríguez Vázquez
Ya no hay informe que valga

Las bravatas que pronunció el enano moral peña nieto al final de su "mensaje" a la nación con motivo de su tercer informe de gobierno, condenando el populismo, lleva obviamente un destinatario que no se atreve a nombrar: Manuel López Obrador. Es el espectro que siembra angustia en los ahítos pero nunca satisfechos comensales de la gran fiesta de corrupción y saqueo que hace tres años inauguró el títere de televisa.
Se la cree el presidente de unos cuantos, al escucharse a sí mismo, al atestiguar el estruendoso eco de sus vacíos pronunciamientos en forma de aplausos de los mil quinientos políticos de frac invitados al evento, que es la República la que está allí presente, obnubilada y conquistada, sometida y complaciente. Se la cree que nosotros no somos Guatemala, ese pequeño pero digno país que ha depuesto a un apestoso gobernante corrupto, que junto al nuestro es casi un ángel.
Pero no es que nos falte dignidad. Frente a Peña Nieto en el palacio nacional, el 2 de septiembre, no estaba la república, sino únicamente sus secuaces en esta gran farsa de gobierno. El pueblo de México ni se dio por enterado de lo que hacía este monito de sololoy, porque estaba mirando hacia otro lado. Hace mucho tiempo que le dio totalmente la espalda a este régimen. El pueblo de México está agazapado, esperando con paciencia el 2018.
Hemos aprendido a lo largo de centurias que agazaparse es la mejor estrategia mientras encontramos la coyuntura propicia para deshacernos de los grandes enemigos, porque este cártel de la política que gobierna ahora es nuestro más grande y principal enemigo. Así nos agazapamos para no ser exterminados por el invasor español y expulsarlo en el momento oportuno, así nos agazapamos para luego derrocar al dictador Porfirio Díaz, el que mató a cientos de obreros textiles en Veracruz y mineros en Cananea y al cual este régimen retrógrada ahora quiere reivindicar. Así nos agazapamos en el año 2000 para expulsar al régimen priísta, por desgracia para nosotros, en beneficio del farsante y traidor Vicente Fox.
En los tres años que siguen el régimen creará otros dos o tres millones más de pobres, ya que instintivamente sabe que en la pobreza los dictadores cimentan el poder. Ya están listos Soriana, Monex y Televisa para cernirse sobre la población indigente para comprarle su voto a favor de los candidatos priístas, que se han especializado desde hace muchos años en mantener a todo un pueblo en la ignorancia y en la pobreza para poder manipularlo a placer.
Este régimen es un fabricante de menesterosos. Está más que visto. Gracias a sus "programas contra la pobreza" somos cada vez más  un pueblo menesteroso al que se hace deliberadamente dependiente de apoyos gubernamentales. Pero hay variables que el priísmo y sus aliados no pueden controlar. Hay un proceso dialéctico en la sociedad mexicana, como en todas las sociedades del mundo, que tiene un avance inercial impulsado por las nuevas posibilidades de información. Estamos avanzando en muchos sentidos gracias a esa lluvia de información que escapa de los controles del régimen y también gracias a ella formamos criterio, asumimos nuestra realidad y tomamos decisiones.
Somos ciento veinte millones de mexicanos y Peña gobierna con poco más de 18 millones de votos, es decir, con menos de la sexta parte de la población total y con menos de la cuarta parte de apoyo de la población en edad de votar. Un gobierno así no es representativo de la voluntad popular.
Nos agazapamos porque sabemos a ciencia cierta, que es del todo infructuosa la lucha callejera ante un poder incontrastable que no duda en volverse contra nosotros con toda su fuerza, un poder sordo y cínico, el más descarado a nivel mundial,  que no se inmutó ante la lucha del año pasado por el caso Ayotzinapa. Nos agazapamos porque hemos aprendido cuando dar el golpe maestro. A pesar de los pesares, los políticos dependen del voto para llegar al poder. En Jalisco, por ejemplo, en el año 2012, el pueblo sacó a punta de votos a los rateros panistas de toda la zona metropolitana, y en este año en iguales circunstancias expulsó a los corruptos priístas. Así lo haremos en 2018 para librarnos de esa canalla priísta que hoy padecemos. Comencemos a prepararnos todos desde ahora.

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