domingo, 24 de julio de 2016

                  Nuestro municipio asentado en un filón de oro
Por Rodrigo Carriòn Grajeda

Para nadie de las personas que vivimos en este hermoso lugar es desconocido la gran bonanza agrícola que ha experimentado los últimos años, donde grandes cantidades de diferentes productos del campo se cosechan diariamente según la temporada, desde los importantes granos como el maíz y  sorgo en temporal de lluvias, hasta frutales como los dichosos berréis y los aguacates con un gran mercado para la exportación. La verdad que nuestro municipio se encuentra asentado gracias a nuestro Dios padre en un filón de oro que si sabemos cuidarlo nos durara muchos años por delante. La mano de obra aunque barata como siempre, también ha experimentado un gran repunte teniendo  que traer gente de otros municipios para cubrir las necesidades principalmente durante la cosecha, provocando con ello un gran alivio y bienestar económico a todo el municipio durante todo el año.
Aunque también es cierto que no todos los que poseen tierras en este lugar han accedido a dicha bonanza económica de la que hablamos, pues una gran mayoría, principalmente ejidatarios de los cinco ejidos del municipio, a falta de recursos económicos para trabajar, continúan malbaratando sus productos durante las cosechas o rentando sus tierras a grandes empresas las cuales mal pagan lo que deberían por el uso y desgaste natural, principalmente del recurso por excelencia como es el agua, elemento indispensable para producir cualquiera de los productos antes mencionados.  Ya que hablamos del agua, déjeme decirle que este elemento es el responsable de todo lo anterior, pues si nuestra región, no contara con agua suficiente y a buen nivel para su extracción a bajo costo, ninguna empresa hubiera volteado hacia este lugar como lo estamos viendo.
Uno de los factores que ha impedido que los ejidos hayan logrado el bienestar esperado cuando el gobierno pos revolucionario entregaron tierras a los campesinos, fue la falta de organización y apoyos suficientes para su desarrollo , pues por lo regular sus dirigentes movidos por otros intereses descuidaron este importante punto que a mas de 80 años de su fundación, continúan la mayoría de los ejidos  sin una dirección clara a donde llegar, y continúan estancados caminando cada quien por su lado, con muy pocas esperanzas de progreso. Aquí en Usmajac no todo está perdido, son varios los grupos de campesinos organizados que poco a poco han estado sobresaliendo de las viejas practicar de siempre gracias a jóvenes profesionistas hijos de ejidatarios, quienes al sembrar sus progenitores la semilla del conocimiento en ellos pagándoles sus estudios universitarios, lograron que sus hijos se interesaran en su lugar de origen y se apegaran a la tierra que los vio crecer, fortaleciendo de esta manera la tenencia de la tierra entre los ejidatarios.
Otros campesinos más desconfiados y sobre todo en contra de las grandes empresas agrícolas, ni renta, ni venden, prefieren crear ganado bovino o caprino en pequeñas granjas familiares dentro de sus parcelas, donde sus animales consumen los forrajes que producen sus parcelas dejando de malbaratarlos. Mas sin embargo todavía falta mucho para que los campesinos de nuestro municipio logren trabajar en equipo, produciendo más y mejores productos en sus tierras, logrando a la vez una mejor calidad de vida para sus familiares muchos de ellos trabajando de simples empleados  en empresas foráneas aquí asentadas sin ningún futuro por delante.
 

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