miércoles, 13 de enero de 2010

Editorial

Inmoral que exfuncionarios demanden indemnización

Resulta del todo inmoral que exfuncionarios de confianza del ayuntamiento demanden reinstalación de su puesto o en su caso indemnización ya que su salida al fin del trienio está contemplada en la propia Ley de Servidores Públicos. 
Tal es el caso, según trasciende en la actual administraciòn del extitular de reglamentos, Carlos Valerio Zamora quien demanda ser reinstalado en su puesto o recibir finiquito lo que se traduce en que se prepara a interponer una demanda laboral en contra de la comuna, sin tomar en consideración las reformas a la ley antes mencionada que señala que los funcionarios de confianza terminan su relaciòn laboral cuando finaliza la administración en que fueron contratados, reforma que se instrumentó precisamente para terminar con los abusos del personal que tras terminar cada trienio realizan demandas laborales representando una sangría considerable a las arcas públicas de los municipios. 
En carta enviada al alcalde Samuel Rivas Peña, al Síndico Juan Gabriel Gómez Carrizales y al Secretario General Arturo Fernández Ramírez, el extitular de Reglamentos, Carlos Valerio Zamora aduce que se ha presentado a laborar todos los días en la mencionada oficina de reglamentos, lo cual se desmiente totalmente ya que en ningún momento se ha presentado en dicha oficina.
 Por otro lado, él mismo reconoce textualmente ser “empleado de confianza”, con lo cual queda inmerso en lo que la propia Ley de Servidores Públicos establece para estos casos. 
Es necesario advertir casos como este, ya que es previsible que otros exempleados de la pasada administraciòn pretendan sacar raja de su salida del ayuntamiento presentando demandas laborales por supuestos “despidos injustificados”, que no es otra cosa que querer pasarse de listos para recibir jugosas liquidaciones con cargo al dinero del pueblo, recursos que mejor servirían para realizar tantas obras que el municipio necesita con urgencia. 
El papel de víctimas por ser “despedidos” ya no les queda porque sabido es que los empleados de confianza que son contratados en cada trienio finaliza al término del mismo, con el agregado de que ya quedó contemplado dichos casos en la propia Ley de Servidores Públicos reformas implementadas en febrero del 2007.
El texto al que nos referimos señala a la letra:
DECRETO NUMERO 21835/LVII/07 DEL CONGRESO DEL ESTADO DE JALISCO, publicado en el Periódico Oficial del Estado de Jalisco el día 22 de Febrero de 2007. Sec. XI.- Reforma los artículos 8 y 16 de la Ley para los Servidores Públicos del Estado de Jalisco y sus Municipios.
 "Artículo 8.- Tratándose de servidores públicos de confianza, su nombramiento será por tiempo determinado,..."
 "Artículo 16.-... en la categoría de secretarios, directores, jefes de departamento o sus equivalentes, de acuerdo al artículo 4º. de este ordenamiento, se entiende que su periodo será por el término constitucional o administrativo para el que fue contratado.
Más claro, ni el agua, los exfuncionarios públicos especificados como “de confianza”, termina su relación laboral con el ayuntamiento al mismo tiempo en que finaliza el trienio correspondiente por el que fueron contratados, no obedece pues a que tengan derecho a ser liquidados o finiquitados. En años anteriores a la reforma ya comentada del 2007, los ayuntamientos quedaban en ruina administrativa debido a que todos los empleados de confianza removidos demandaban su reinstalación o liquidación, gastándose las administraciones cuantiosos recursos económicos del erario para indemnizar a tantos empleados sin haber justificación. De ahí la reforma del legislativo de parar en seco con esta enmienda, tal sangría a los ayuntamientos. El motivo para ser separado de su cargo que exige Carlos Valerio, no es pérdida de confianza, tal sería el caso de haber sido separado en la pasada administración, en el caso actual, de acuerdo a la ley, termina su tiempo determinado. Punto.

 

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